alfonsocortes.es Rotating Header Image

politica

Trío de ases

Artículo publicado en elplural.com
Enlace: http://www.elplural.com/2012/03/08/trio-de-ases/

Esta semana el PP ha ganado su hueco en la agenda mediática con tres perlas del despropósito político que son un trío de ases del juego sucio, la demagogia y la bajeza moral. Estas aberraciones a la inteligencia y al buen hacer político, que se les debe exigir a todos nuestros representantes, son las declaraciones de Montoro, de Arenas y de Gallardón.

El primero de ellos, ministro de Hacienda, con su peculiar forma de hablar, nos advierte que las empresas públicas son un nido de corruptelas, y que por tanto se va a favorecer su privatización. Claro, como si en la empresa privada no existiesen corruptelas (como las de Urdangarin), ni abusos de poder (como los de Díaz Ferrán con Marsans), ni enchufismo (en realidad estos mamoneos se dan mucho más en el sector privado por la sencilla razón de que tienen menos control, ya que cualquiera de nosotros podemos consultar las cuentas públicas al detalle, y no las del BBVA o las de Movistar, por poner dos ejemplos, aunque seamos buenos clientes). Lo que Montoro realmente ha querido decir, por tanto, es que las empresas públicas, que son de todos y están creadas para prestar servicios públicos y facilitar derechos, se van a vender a sus amiguitos, para que las corruptelas que ellos realmente quieren hacer, no puedan ser fiscalizadas ni conocidas por los ciudadanos. ¿Puede jugar más sucio un señor que tiene encomendada la noble tarea de ser ministro de España para defender los interesas del conjunto de de una sociedad?

En segundo lugar, Javier Arenas ha declarado esta semana que “se acabó el tiempo de los que llevan 30 años mandando”, en alusión al gobierno de la Junta de Andalucía (porque las comunidades eternamente gobernadas por el PP no cuentan en sus cuentas). Lo que a este tipo no le entra en su anacrónica cabeza es que en una Democracia no se manda, primero se han  de ganar unas elecciones limpias, y luego se debe gobernar (que no mandar), y ello consiste en consensuar y en pactar la actividad legislativa, integrando de la mejor manera posible los complejos, y muchas veces dispares, intereses de los distintos grupos que componen una sociedad. Esta visión autoritaria y dictatorial del poder que tiene Arenas es muy común en el PP, y cada vez que ganan elecciones, en lugar de ponerse a gobernar, se suben a su púlpito, se sacan la correa, y empiezan a mandar como vulgares cacicuchos rurales, supurando demagogia iletrada por cada uno de los enconados poros de sus cuerpos.

El tercer as del trío lo ha puesto sobre la mesa Gallardón, quien siendo ni más ni menos que ministro de Justicia, ha tenido la desvergüenza y la ofensiva osadía de afirmar que las mujeres se sienten obligadas a abortar por culpa de la actual ley del aborto. ¿Quién está siendo obligada a abortar? ¿Las monjitas salesianas o las comadres de misa diaria? ¿O quizás las queridas de ciertos jerarcas del clero que en sus tiempos iban a abortar a Londres, cuando todavía vivía Franco? Señor Gallardón, nadie aborta por gusto, y siempre es una decisión traumática y dolorosa. Señor Gallardón, una vez más ustedes demuestran que no entienden de Democracia y que confunden derechos con obligaciones (que es su único lenguaje, parece ser). Recuerdo aún cuando se legalizaron los matrimonios entre personas del mismo sexo, cuando muchos de vosotros dijisteis que eso era un atentado a la familia tradicional porque muchos padres heterosexuales se tendrían que casar con maricones. No sé si ustedes lo serán, pero sus argumentos son de auténticos capullos.

Cada uno de los siniestros personajes de esta terna ha sacado de su manga estos tres ases de la vileza política: el as de la demagogia, el as de la bajeza moral y el as del juego sucio. Trío de los ases peperos que esta semana, a pesar de haber ganado la mano informativa, espero no hagan historia y pronto caigan en el olvido. ¿Sería lícito y conveniente que ganasen la partida con estas cartas?

Alfonso Cortés González es vicedecano de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Málaga y profesor de Comunicación de las Instituciones Públicas.
www.alfonsocortes.com

Social Share Counters

¿Para quién gobierna Rajoy?

Artículo publicado en elplural.com
Enlace: http://www.elplural.com/2012/02/23/%c2%bfpara-quien-gobierna-rajoy/

En teoría, el sistema político de la Democracia Representativa funciona más o menos bien, si la gente identifica sus propios intereses con los intereses y aspiraciones reales de los políticos a los que votan. El Partido Popular recibió en las pasadas elecciones del 20N algo más de 10’8 millones de votos, lo que supone el 44% del electorado que fue a votar.

A pesar de que el señor Rajoy lleva muy poquito tiempo en La Moncloa, ya podemos entender cuáles son sus maneras de gobernar, sus intereses y sus prioridades. En este sentido la actualidad es muy reveladora y nos abre múltiples interrogantes que hablan por sí solos:

1. La policía carga contra estudiantes menores de edad definiéndoles como el enemigo. Es gravísimo que las fuerzas de seguridad de un estado democrático consideren enemiga a su propia población civil (eso es característico de las más terribles dictaduras). Se trata evidentemente de una consigna política, no sé si desde el propio Ministerio del Interior, o desde la Delegación del Gobierno u otro ámbito. Paralelo a esto nos encontramos con el manido discurso (que no cuela) de la ultraderecha pepera de que se trataba de radicales. ¿Qué es ser radical? ¿La fuerza que aplica la policía no debe ser proporcional a la potencial amenaza? ¿Iban armados los estudiantes del Instituto Lluís Vives? ¿Por qué no actuaba así la policía con el anterior Gobierno? ¿Disuelve la policía las manifestaciones abertzales tal como han disuelto la protesta de nuestros hijos?

2. El Gobierno democrático (de iure) legisla a golpe de mayoría absoluta sin activar los mecanismos legales de representación de la sociedad civil en la actividad legislativa. La democracia no consiste en elegir Gobierno autoritario cada cuatro años, sino que independientemente del color del Gobierno, la sociedad civil y los distintos grupos interesados en las diferentes materias sobre las que legislar, puedan aportar su grano de arena, sus preocupaciones e intereses a quienes tienen la potestad de gobernar. ¿Cómo es posible que un Gobierno autodenominado democrático cambié los temarios de las oposiciones públicas sin contar con la opinión de opositores, profesores, academias privadas y editores de manuales? ¿Cómo es posible que se reforme el derecho laboral sin tener en cuenta la problemática de los trabajadores y de las pequeñas empresas?

3. “Rescatan al banquero mientras desahucian al obrero”. El Gobierno está muy sensibilizado con las cuentas y salud financiera de los banqueros y magnates, mientras que recorta sueldos y derechos de los trabajadores. ¿Por qué un gobierno llamado popular permite que cientos de familias se queden sin techo donde dormir cuando cae la noche? ¿No deberíamos como sociedad rescatar al obrero y hacer pagar el especulador banquero por sus excesos?

Una de dos: o no funciona bien la democracia porque la gente vota lo que no le conviene, o España no está tan mal como nos hacen creer ya que tendríamos, si revisamos los datos electorales, alrededor de 11 millones de portentosos banqueros, rentistas y grandes empresarios. Vamos, la primera potencia financiera y económica del Universo.

Alfonso Cortés González es vicedecano de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Málaga y profesor de Comunicación de las Instituciones Públicas.
www.alfonsocortes.com

Social Share Counters

Las malas artes del PP en nuestra monarquía bananera

Artículo publicado en elplural.com
Enlace: http://www.elplural.com/2012/02/09/las-malas-artes-del-pp-en-nuestra-monarquia-bananera/

¿No se han fijado ustedes que hasta que el Gobierno actual del PP no publica en el BOE sus decisiones no sabemos nada del contenido de ellas? Eso significa que concienzuda y estratégicamente están obstruyendo la información pública sobre los asuntos que nos incumben a todos. Esto supone una grave merma en las reglas del juego democrático.

Si repasamos brevemente la acción de gobierno del gabinete de Rajoy hasta el momento, nos damos cuenta de que no hacen otra cosa que utilizar el poder que les ha sido otorgado democráticamente para pasarse la esencia de la Democracia por el sobaco.

Ser demócrata y creer en la democracia no significa sólo acceder al poder por medio de los votos, sino que hay que construir democracia día a día, explicando a los ciudadanos y medios de comunicación (a través de los cuales la ciudadanía accede mayoritariamente a la información política), cuáles son sus intenciones y planes de gobierno. Y esto está pensado así para que antes de que se publique oficialmente una ley o decreto en el BOE, la gente, los colectivos, las empresas y hasta mi vecino, el indolente del octavo, puedan tener la posibilidad de participar en la construcción de país, o por lo menos a opinar, y saber qué está pasando. Es decir, la democracia se hace día a día, no sólo con unas urnas de cristal cada cuatro años.

Sin embargo, lo que hace el PP es todo lo contrario. Por ejemplo, con el inquietante asunto de la Reforma Laboral salen todos los días en comparecencia pública, pero no dicen absolutamente nada, sólo hacen propaganda barata del tipo “vamos a hacer una reforma eficacísima contra todos los males”. Pero, ¿en qué consiste? Y ante tal pregunta ellos hacen mutis por el foro. Se retiran a sus aposentos y los vulgares mortales nos enteraremos de sus intenciones cuando  ya tengan el rango de ley. Una salvajada y un atropello a la ética política.

Esta manera de gobernar, no sólo quiebra las reglas del juego democrático en el cual las personas deben tener información de lo que ocurre, sino que es también una estrategia maquiavélica para desactivar a la necesaria oposición en un sistema parlamentario. Si los partidos de la oposición no tienen ningún tipo de información de lo que el Gobierno quiere hacer, no pueden discutir nada, no le pueden atacar o discrepar y por tanto ni siquiera pueden hacer sugerencias o plantear alternativas. Así, sólo nos queda comernos con patatas las decisiones, que muchas de ellas serán equivocadas por esta misma actitud soberbia y totalitaria, que a este santo gobierno le salga de las narices aplicar.

Y esto no sólo lo han hecho con la reforma laboral, sino con todo; absolutamente con todas las decisiones de gobierno desde que ganaron las elecciones: han suprimido las ayudas a las energía renovables por sus santos genitales; han cambiado los temarios de las oposiciones docentes y han fastidiado a miles de personas, por sus castos genitales; han cambiado el canon digital por dinero directo a la SGAE por sus inmaculados genitales;  y también, y por si fuera poco, han derribado la asignatura de educación para la ciudadanía por sus píos genitales.

En conclusión, creo que se puede afirmar, sin faltar un ápice a la verdad, que este Gobierno está haciendo mucho daño a la democracia. Los idiotas pensarán que lo único importante ahora es la economía, y que nos dejemos de democracias y demás leches, pero ¿qué será de la economía de cada uno de nosotros si los principios que rigen el país y el mundo no son democráticos?

Por si fuera poco, precisamente hoy se han cargado al juez Garzón. Es otro día triste, en el que este país se parece cada vez más a una monarquía bananera. Un reino de novela decimonónica donde hasta el yerno del rey se atreve a meter la mano en la cartera del plebeyo, al mismo tiempo que el juez que se ha atrevido a investigar a fondo la corrupción y el genocidio de Estado es condenado.

Mientras tanto, el  Gobierno de la nación gobierna tranquilamente con mano de hierro y palabra escondida. Bendito país el nuestro.

Alfonso Cortés González es vicedecano de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Málaga y profesor de Comunicación de las Instituciones Públicas
www.alfonsocortes.com

Social Share Counters

El sueño de Rosell

Artículo publicado en elplural.com
Enlace: http://www.elplural.com/tribuna-libre/el-sueno-de-rosell/

Probablemente Juan Rosell, presidente de la CEOE, al evocar aquella frase manida de que cualquier tiempo pasado fue mejor, se retrotraiga con egoísta ineptitud al siglo XIX, donde los trabajadores no tenían prácticamente ningún tipo de derecho. Y es ignorante su codicia porque a menor calidad de vida de los trabajadores, menor facturación global de las empresas (de la economía real), que fundamentalmente viven del consumo de los asalariados.

Es enero de 1855, una gélida madrugada. La verdad que no sé si es sábado, o lunes o jueves. Al fin y al cabo todos los días son exactamente iguales. Despierto a mi hijo de 11 años que está acurrucado bajo una vieja manta fría y roída. No hay tiempo que perder, a las 6 de la mañana ya tenemos que estar los dos trabajando en la fábrica, y don Francisco se enfadará mucho si no estamos al menos cinco minutos antes.

Ahora las cosas se han puesto más difíciles, porque mi hijo mayor, que tiene 14 años, está enfermo con tuberculosis y no puede trabajar. Sin su sueldo apenas tenemos para comer bien todos los días y mucho menos tenemos capacidad para comprar los medicamentos que él y su madre necesitan.

Me duele el pecho, y espero que sólo sea un resfriado y no la maldita tuberculosis, ya que día que no se trabaja, día que no se cobra, y ya mi familia tiene bastantes penurias como para que su padre se quede sin trabajo. Ya no tendríamos ni para la sopa de pan duro y ajo que comemos cada cena afortunadamente.

A las 9 de la noche, si nos dejan, saldremos de trabajar. Menos mal que mañana domingo es el único día que descansamos, y así puedo aprovechar para ir a la asamblea del sindicato que clandestinamente hemos montado los obreros, para contribuir en la planificación de nuestro programa de reivindicaciones. Demandamos una jornada laboral de máximo 12 horas diarias (ahora estamos trabajando entre 16 y 18), y estamos recaudando algo de dinero entre todos para crear un fondo solidario para cubrir las bajas laborales en caso de enfermedad.

No sé si he sido un inconsciente trayendo hijos al mundo para que se pudran en la miseria y sólo sirvan como mano de obra barata para patrones sin humanidad. Espero que con la lucha que estamos llevando a cabo miles de trabajadores en todo el mundo, quizás algún día, mis nietos puedan vivir con dignidad.

Esta es, por muy dura que pueda parecernos hoy día, una reconstrucción verídica de un día normal de cualquier trabajador de aquellos años. ¿Es este el sueño de cada siesta del señor Juan Rosell? ¿Creen los empresarios representados por este señor que la salida a la crisis de productividad pasa por volver a un sistema de trabajadores desamparados?

Parece que sí a tenor de las propuestas con que cada día se despacha la CEOE en estos últimos tiempos. No sé si el señor Rosell será ruin o simplemente un iletrado con más poder e influencia social de que la que se merece. Ante estos ataques y propuestas de la patronal contra los trabajadores se me ocurre responder son serenidad y sentido común.

Señor Rosell:
1. despedir más barato aún (ya mismo al que despidan va a tener que apoquinar por irse a su casa, si es que tiene la suerte de haberla pagado) sólo sirve para despedir con mayor facilidad y no para crear empleo. Ya tenemos suficientes parados en España. ¿Para qué quiere despedir tan fácil si lo que hay que hacer es contratar?
2. Cuantos más parados tengamos, más bajará el nivel de vida global de nuestro país y de este modo sería complicado mantener servicios públicos como educación, sanidad y pensiones de manera universal. ¿O usted cree que no es un derecho de todos el poder estudiar y tener salud?
3. Esto además se agravaría con la (también demandada por usted) bajada de impuestos a sus empresas, ya que habría que unir a la mayor necesidad de gasto social (más parados) un recorte en los ingresos del Estado que es quien gestiona y proporciona estos derechos sociales. ¿O es que ustedes no quieren colaborar en este momento difícil de nuestro país con una pequeña parte de sus enormes ganancias?

Señor Rosell, le recomiendo que estudie algo y lea sobre economía de verdad, y si ya lo hace hágalo mejor. Explique a la sociedad española si ha errado en sus precipitadas e indoctas propuestas o asuma honestamente que su proyecto y deseo es claramente volver al siglo XIX o sentirse como un magnate chino en la soleada España.

Social Share Counters

Sicarios de la mala baba (sobre Botella, Aguirre y otras perlas)

Artículo publicado en elplural.com
Enlace: http://www.elplural.com/tribuna-libre/sicarios-de-la-mala-baba/

Debería contemplarse en la legislación como gran delito el que una persona incite el enfrentamiento entre ciudadanos para beneficio propio, sobre todo, esto es grave si quien actúa de forma tan vil y vomitiva es un político o un líder social. Pues bien, si tal legislación existiese, Ana Botella, Esperanza Aguirre o Juan Rosell (entre otros sicarios de la mala baba) estarían en la cárcel o cumpliendo un programa de reinserción social con servicios a la comunidad. Y esto sólo por sus declaraciones de hoy…
El señor Juan Rosell (que en su acepción no oficial tiene poco de ello) ha pedido nuevos puteos a los funcionarios porque tienen trabajo para toda la vida. Esta es una declaración indecente, porque se aprovecha, en estos tiempos de dificultades para muchas familias, de la natural envidia que puede circunstancialmente sentir una persona que está sin trabajo con respecto a otra que lo tiene. Con el enfrentamiento social entre trabajadores lo que se consigue es menos cohesión y sobre todo vía libre para los intereses de estos indeseables.

Existen contratos para toda la vida (y no sólo en el sector público) porque durante toda la vida la sociedad necesita policías, bomberas, médicas, maestros, enfermeros, profesoras, barrenderos, etc. Y lo que deberíamos perseguir de una puñetera vez es igualar a los trabajadores por arriba y no por abajo (¡carajo!), y asegurar el pan para toda su vida a todo aquel ciudadano que cumple con sus quehaceres honestamente. Además, precisamente en momentos de crisis como este, quien más tiene que aportar a la sociedad son aquellos que más recursos disponen, y no al contrario. De este modo los trabajadores no debemos caer en esta trampa carroñera de quien su avaricia lo ha corrompido como ser humano.

Otra perla digna de mención ha sido la de Ana Botella quien ha arremetido torticeramente contra los maestros y profesores, diciendo que trabajan muchas menos horas que cualquier funcionario del Ayuntamiento de Madrid. Esto lo hace siguiendo la estela de la carta con faltas de ortografía y errores de discurso de Esperanza Aguirre a los maestros (que a estas horas ya le habrá sido devuelta y corregida). Este es otro ejemplo del mismo delito moral que ha cometido el desvergonzado patrón.

Aunque Botella y Aguirre supongo que lo saben, hay que decirlo para que quede claro: los profesores trabajan objetivamente muchísimas más horas que las estipuladas en cualquier convenio.

A las horas de clase, hay que sumarles las de preparación de las mismas, las de tutorías con padres y estudiantes, las de formación continua, las de guardia, las de innovación, las de investigación, las de gestión y las de actividades complementarias. Al final, resulta que cualquier profesor está trabajando de media unas 47 horas semanales (y no sólo en su centro de trabajo), y no se quejan porque la mayor parte del colectivo es vocacional y lo hacen por el amor a la sociedad, por el convencimiento de que día a día podemos construir un mundo mejor, y porque entienden que es vital el legado de la cultura y la sensibilidad a las generaciones venideras.

Resulta que por cada hora de clase que un profesor de cualquier colegio o instituto imparte, tiene detrás al menos tres horas más. Es lógico, un futbolista puede jugar un partido de 90 minutos, pero para jugarlo necesita un entrenamiento de meses o años. O un actor puede aparecer en pantalla 50 minutos, pero el rodaje se ha alargado durante un largo período. O un médico, puede realizar una operación en 45 minutos, y ahí ni empieza ni termina su trabajo. Según el argumento de Ana Botella el diagnóstico, el seguimiento, el entrenamiento y la formación necesaria para realizar una tarea no computan a efectos de horas trabajo. ¡Qué insensatez! ¡Qué deshonestidad!

Lo que sí tenemos claro atendiendo a la vida y obra de la señora Botella es que ella sí que tiene muy poquitas horas de trabajo a sus espaldas. Hoy, sin ir más lejos, sólo ha trabajado minuto y medio, que es el tiempo que se tarda en decir tal idiotez sobre los maestros. Que haya tenido que invertir más tiempo para esta declaración es aún peor. Por tales motivos: Botella dimisión.

Alfonso Cortés González es profesor de Comunicación y Sociedad y Comunicación de las Administraciones Públicas en la Universidad de Málaga.

Social Share Counters

El obispo munilla miente. Trapicheo de la Iglesia Católica en la UMA

Artículo publicado en elplural.com
Enlace: http://www.elplural.com/tribuna-libre/el-obispo-munilla-miente/

El señor Munilla, obispo católico de San Sebastián, engaña de la manera más vil y torticera cuando dice que la asignatura de religión está acosada. Parece mentira que uno de los mandamientos de su religión sea el de “no mentirás” porque, como dice la copla, miente más que parpadea. ¿Por qué este señor pone de víctima a la Iglesia Católica, cuando es precisamente está confesión religiosa la gran privilegiada del sistema educativo español?

Todo el mundo sabe que a los profesores de religión los nombran los obispos a dedo y que los pagamos todos, que la mayor parte de los colegios privados son católicos, y que todavía muchos crucifijos cuelgan de las paredes de numerosas aulas del país. Sin embargo, no voy a hablar de esto, sino que voy a sacar a la luz un desagradable episodio desconocido por la opinión pública, ocurrido en la Universidad de Málaga. Si Munilla quiere hablar de acoso, pues hablemos.

Las universidades en todo el continente estamos construyendo el Espacio Europeo de Educación Superior (el EEES). En este proceso de integración, ha habido que confeccionar nuevos planes de estudio de cada una de nuestras carreras, que antes de ser ofrecidos a la sociedad deben contar con el visto bueno de la ANECA, de acuerdo con los pactos firmados en Europa.

Europa recomienda que la Universidad pública no debe incorporar ‘didáctica de la religión católica’ en sus planes de estudio de Ciencias de la Educación. Por tanto, los nuevos planes de las carreras de educación de la Universidad de Málaga (UMA) prescindían de tales asignaturas (tal como recomiendan los acuerdos europeos sobre la materia), que impartían sacerdotes de la provincia (sin haber hecho las pertinentes oposiciones a profesor de universidad).

Hace unas semanas, con el nuevo plan de estudios de Ciencias de la Educación ya en marcha, se presentaron en la facultad de la UMA una delegación de sacerdotes, enviados por el obispo de Málaga, para presionar al decano para que incorporase de nuevo la enseñanza católica en las titulaciones. Aunque la propia facultad previamente acordó suprimir la religión de los planes de estudio, se convocó una Junta de Centro (órgano democrático de gobierno de las facultades, en el que están representados profesores, personal de administración y servicios y estudiantes) para tratar la petición de los curas.

El decanato de dicha facultad recibió una comunicación de la Rectora solicitando que se hiciesen los cambios oportunos para dar de nuevo cabida, contra la recomendación del EEES, a la religión. La Junta de Centro, rechazó por una holgada mayoría esa propuesta. A los pocos días, el decanato vuelve a recibir otra comunicación del rectorado en el que ya no se le pide, sino que se le obliga (apelando al dichoso Concordato) a restaurar la educación católica en la Universidad. Y así se ha hecho: La religión ha vuelto a la UMA de la forma más antidemocrática y autoritaria posible. Cuando no se tiene la razón no queda más remedio que recurrir a la fuerza, y poco debe tener de bueno una confesión religiosa que usa el Concordato y los cojones para conseguir sus objetivos particulares.

Señor Munilla y señores obispos: ¿Quién acosa a quién? Qué poder no tendrán ustedes, que son capaces de saltarse los procedimientos administrativos en un país democrático, que son capaces de echar a temblar a toda una rectora y son capaces de poner de rodillas a toda una comunidad educativa por imperativo legal.

Alfonso Cortés González es profesor de Comunicación y Sociedad en la Universidad de Málaga
www.alfonsocortes.com

Social Share Counters

¿es justo acabar así con Bin Laden?

Artículo publicado en elplural.com
Enlace a texto completo: http://www.elplural.com/tribuna-libre/%c2%bfes-justo-acabar-asi-con-bin-laden/

No sé si se será justo o no (en términos emocionales) el asesinato de Bin Laden, pero el caso es que la justicia no ha intervenido, lo que evidentemente no lo hace justo desde el punto de vista jurídico y legal.

Mucha gente defiende que acabar con Bin Laden del modo que se ha hecho es mejor porque en todo caso, cualquier tribunal, lo hubiese condenado a muerte. Y total, si lo que importa es el fin, qué más dan las formas, qué más da asesinato que ajusticiamiento (recomiendo leer la definición de asesinar y de ajusticiar en el DRAE).

Este planteamiento, digamos que pueril,  no es aceptable porque no sirve para aplicar su lógica a casi ninguna de las disputas humanas: ¿que me han robado el coche? Como no es justo que me quede sin vehículo, pues robo otro. ¿Que el dueño de ese coche me pilla? Pues me revienta la cabeza y santas pascuas (ya le pillaré yo en otro momento y le meteré un tiro) ¿para qué meter a la puñetera justicia en nuestras vidas? Este argumento que no lleva más allá del desmembramiento social y del sin sentido, sólo puede ser defendido por tres tipos de personas: los iletrados, los niños, o los ideólogos de una nueva corriente ácrata que busca la desocialización del ser humano.

A pesar de que estoy escribiendo estas líneas, este asesinato no me coge por sorpresa. Todos los años les hablo a mis estudiantes de que existen las cloacas de los estados (que valoran lo viable independientemente de su legalidad), y que no es nuevo que las democracias no siempre usen el juego limpio. La diferencia, en este sentido, con otros regímenes políticos, es que las dictaduras, por ejemplo, nunca juegan limpio, y las democracias muchas veces sí.

Por ello, entendemos que la Democracia no es algo que se tenga, sino que es un ideal a perseguir, y que hacer democracia consiste en exigir y reivindicar los derechos y la justicia a diario, sin excepciones. Las excepciones son evidentemente soplos de totalitarismo, que hacen sentirse mejor a ese pequeño o gran dictador que casi todo el mundo tiene ancestralmente escondido.

¿Qué ha llevado a comportarse así a una de las primeras democracias del planeta? Mucha gente cree que a los EE.UU. le ha movido su sed de venganza y que han ejecutado a Bin Laden en caliente. Nada más lejos de la realidad. Los estados casi nunca actúan en caliente, y menos a los diez años de un acontecimiento. Lo que ha hecho EE.UU. es observar la partida y usar la tarjeta de hechos consumados en su turno.

Se podría haber apresado al líder de Al-Qaeda, eso es evidente, pero ¿qué se hace con él mientras se celebra el juicio? ¿Dónde se le juzga, en La Haya o en Washington? ¿qué hacer con todas las posibles manifestaciones en África y Asia pidiendo la liberación del saudí? (hay que apuntar que a EE.UU. ya no le interesa Europa sino Asia). Esta política de hechos consumados limita además las posibles maniobras de los demás actores políticos en el terreno de juego y proporciona a los EE.UU. una imagen de potencia indiscutible bajo el mensaje de “quien me toca, con la ley o sin ella, es hombre muerto”. En este sentido, desde el punto de vista estratégico, este asesinato puede ser muy conveniente, sin embargo, ética y jurídicamente no es nada recomendable.

Tampoco es aconsejable desde la pedagogía social de los actos políticos, ya que este suceso es un claro ejemplo a los ciudadanos de que saltarse la legalidad y los derechos funciona, que da popularidad al político y que mucha gente aplaude. No quiero decir que esto lleve al fascismo, pero sí que el germen de todo régimen totalitario ha sido la aspiración de acabar por la fuerza con algo que mucha gente consideraba un problema con el beneplácito de entusiasmados palmeros.

Por otro lado, la necesaria (estratégicamente hablando) publicidad que se ha hecho de este acontecimiento por parte de la administración estadounidense, tiene el efecto colateral de inocular la creciente sospecha de que los estados no son realmente escrupulosos en el respeto de los derechos de las personas, y que si es necesario van a emplear los atajos y triquiñuelas que necesiten para lograr sus objetivos (aunque sean justos).

En conclusión, no considero nada pertinente preguntarnos sobre si el mundo es más o menos seguro después de la eliminación de Bin Laden, puesto que la respuesta es evidente: el mundo sigue igual. Sin embargo, creo que es muy necesario que todos reflexionemos sobre la clásica relación entre lo justo y lo legal (ya que no siempre lo legal es justo, ni todo lo justo es legal), y que nos preguntemos si esta manera de acabar con Bin Laden fortalece o debilita nuestra confianza en la Democracia y en la posibilidad real de aspirar a un mundo diferente y mejor. Para mí, ese es el quid de la cuestión.

Alfonso Cortés González es profesor de Comunicación Política y Sociedad en la Universidad de Málaga.
www.alfonsocortes.com

Social Share Counters

Nuevas orientaciones en la comunicación externa de las organizaciones políticas

Transcripción de la ponencia que pronuncié en la II escuela de formación de la Fundación Europa de los Ciudadanos, en el Euroforum de San Lorenzo del Escorial el 22 de enero de 2011

Enlace: http://www.fundacioneuropadelosciudadanos.eu/?dl_id=40

Social Share Counters

Politización de demandas, deliberación ciudanada y nuevas movilizaciones en el ciberespacio

Artículo de Jorge Resina de la Fuente, publicado en Razón y Palabra.
Acceso a PDF completo: http://www.razonypalabra.org.mx/N/N74/VARIA74/03ResinaV74.pdf

Las Nuevas Tecnologías de la Información y de la Comunicación (NTICs) están provocando notorios cambios en la naturaleza de conceptos clásicos como opinión pública, esfera pública o democracia deliberativa. De tal forma que los medios de comunicación en línea se han convertido en un importante espacio de socialización ciudadana y han generado un nuevo estilo de politización de demandas, mediante la
interconexión entre individuos y grupos que, a través de diversos foros, portales deinformación y blogs personales, deliberan y logran articular movilizaciones políticas, con un carácter cada vez más expresivo. Para el caso español, a pesar de no ser todavía una práctica generalizada, el uso politico de Internet es un fenómeno creciente, impulsado por los jóvenes y utilizado tanto por la derecha como por la izquierda.

Artículo de Jorge Resina de la Fuente, publicado en Razón y Palabra.
Acceso a PDF completo: http://www.razonypalabra.org.mx/N/N74/VARIA74/03ResinaV74.pdf

Social Share Counters

Respuesta al manifiesto neoliberal sobre las pensiones de los cien economistas (I)

Artículo de Vicenç Navarro publicado en elplural.com
Enlace: http://www.elplural.com/opinion/detail.php?id=52341

El 11 de octubre publiqué una crítica al manifiesto de los cien economistas (Propuestas de Fedea: Hacia un sistema público de pensiones sostenible, equitativo y transparente), quienes han propuesto toda una serie de medidas que, en la práctica, disminuirán las pensiones públicas a fin de salvar el sistema público de pensiones, que suponen inviable. Publiqué mi artículo “Los errores del manifiesto neoliberal sobre las pensiones de los cien economistas” en El Plural (11.10.10), artículo que fue ampliamente reproducido en las redes de comunicación digital. (Estos cien economistas, por cierto, son los mismos que propusieron abaratar el precio del despido como manera de resolver el problema del desempleo).

En mi artículo, que adjunto, señalaba los errores que el manifiesto contenía. El manifiesto basaba sus tesis de inviabilidad del sistema de pensiones en el hecho de que el gasto público en pensiones pasaría de ser un 9% del PIB ahora a un 15% en 2050, un porcentaje excesivamente alto –decía el manifiesto-, a todas luces excesivo. En mi crítica, señalaba y mostraba con datos empíricos, que aún cuando el porcentaje del gasto en pensiones aumentara seis puntos del PIB durante estos cuarenta años, el PIB crecería incluso más (sería 2.25 veces mayor que ahora), con lo cual, la tarta sería más del doble de la actual y, por lo tanto, habría más recursos para los no pensionistas y para los pensionistas. Añadía que de la misma manera que hace cuarenta años el gasto en pensiones era sólo 3% y ahora es 6 puntos más del PIB, sin que ello haya supuesto que tengamos ahora menos recursos para los pensionistas y para los no pensionistas, lo mismo ocurrirá dentro de cuarenta años. El cálculo de que el PIB sería en cuarenta años 2.25 veces mayor que ahora asumía que la productividad crecería un 1.5% por año (que es aproximadamente el promedio del crecimiento de la productividad durante los últimos cuarenta años). En realidad, es más que probable que el crecimiento sea mucho mayor debido a los enormes avances tecnológicos. Pero quería deliberadamente ser conservador en mis cifras para que no se me acusara de que estaba exagerando las cifras a mi favor.

En todas estas críticas, el lector verá que, como siempre hago en mis artículos, utilizo datos, sin retórica y, sobre todo, sin ningún insulto. Desde que volví del exilio estoy más que harto de la insolencia e insultos que caracterizan tanto al debate político como al académico español, y ello como consecuencia de una escasamente desarrollada cultura democrática.

El insulto como respuesta
Pues bien, uno de los que movilizaron más la colección de firmas de economistas en apoyo del manifiesto, y que tuvo mayor rol en la preparación del documento, el Sr. Jesús Fernández Villaverde, me contesta (sin citar mi nombre ni una vez) con todo tipo de insultos, característico de las derechas en este país. (Considero el neoliberalismo la ideología económica de las derechas en España) ¿Cuándo aprenderán a responder a las críticas sin insultar? Por regla general, no respondo a tal tipo de intervenciones –que se dan con gran frecuencia-, pero considero que la importancia del tema requiere responder, pues, en esta cultura, el silencio se malinterpreta como acuerdo o aceptación de la crítica.

En predecible estilo, el Sr. Jesús Fernández Villaverde (a partir de ahora JFV), me insulta, indicando que “no entiendo mucho de economía”. Procedo de una familia y de una cultura que desaprueba hablar de uno mismo. Pero como se me acusa de ignorante en economía, debo aclarar que he sido durante más de cuarenta años Catedrático de Políticas Públicas -un área de conocimiento que se basa en Ciencias Económicas y en Ciencias Políticas- en la The Johns Hopkins University (una de las mejores universidades de EEUU), habiendo sido propuesto como Catedrático Extraordinario de Economía Aplicada en la Universidad Complutense, y más tarde haber ganado, por oposición, una Cátedra de Economía Aplicada en la Universidad de Barcelona, y más tarde, otra, también por oposición, de Ciencias Políticas y Sociales (en la Universidad Pompeu Fabra) dirigiendo el programa conjunto en Políticas Públicas patrocinado por tal Universidad y por la The Johns Hopkins University, de la cual continúo siendo profesor. Y según el estudio de españoles más citados en la literatura científica internacional del Lauder Institute of Management and International Studies of the University of Pennsylvania, soy, junto con los economistas Jordi Galí y Andreu Más Colell, el economista (y en mi caso, también, politólogo) más citado en la literatura científica internacional. Pido disculpas al lector por esta nota biográfica, que es incómoda para mí escribirla, pero el nivel de mezquindad del que las derechas en este país son capaces es enorme. En lugar de referirse a los argumentos, intentan, siempre, sin ningún límite ético, atacar al que los realiza, mintiendo y falsificando información.

La importancia de la productividad en la sostenibilidad de las pensiones
Pero volvamos ahora a lo que es más importante: los argumentos. El manifiesto y JFV en su respuesta, minusvaloran el papel importante que para la sostenibilidad del sistema de pensiones tiene el crecimiento anual de la productividad, añadiendo, en un tono alarmista (que caracteriza al manifiesto y la respuesta de JFV), que “el crecimiento de la productividad de 1997 a 2007 fue prácticamente nulo”. Esto no es cierto. Según los datos de productividad comparables del conocido y respetado Groningen Growth and Development Center la productividad en España (productividad laboral por hora trabajada, labour productivity per hour worked) creció un 6.4% entre 1997 y 2007, y un 10% entre 1997 y 2009. Pero una manera mejor de ver las variaciones de la productividad es escoger cambios de periodos más largos, pues la gran variabilidad del crecimiento económico –con los altibajos que han caracterizado a la economía española- hace aconsejable que para ver los cambios de la productividad a largo plazo se consideren grandes periodos. Pues bien, entre 1979 y 2009, la productividad laboral horaria creció un 77%, lo cual es una cifra más que respetable. Y es de un pesimismo exagerado creerse que la productividad no aumentará en cifras comparables, o incluso mayores durante los próximos años.

La evolución de la productividad es un factor clave para saber si tendremos recursos para financiar las necesidades de la ciudadanía, incluyendo las pensiones. Hace cuarenta años se necesitaba que el 18% de la población adulta trabajara en la agricultura a fin de alimentar a toda la población española. Hoy, con sólo el 2% se produce más alimento que hace cuarenta años producía el 18%, y ello como consecuencia de que ahora un trabajador agrícola (debido al crecimiento de su productividad) hace lo que cuarenta años atrás hacían 9 trabajadores agrícolas. Fíjense el ridículo que hubiera significado que cien economistas hace cuarenta años hubieran alarmado a la población indicando que dentro de cuarenta años la población en España se moriría de hambre porque la gente que trabajaba en el campo estaba disminuyendo.

Pues bien, saquen alimento y pongan pensiones y verán lo ridículo de la aseveración que hacen los 100 economistas de que las pensiones no se podrán pagar dentro de cuarenta años porque disminuye el número de trabajadores por pensionista.

Más incoherencias en el manifiesto neoliberal de los cien
Pero lo que es incluso más incoherente, es que JFV afirme que el hecho de que en el 2050 el PIB será 2.25 veces mayor sea un hecho irrelevante. Encuentro esta afirmación sorprendente. Si es así, ¿por qué el manifiesto presenta como alarmante el hecho de que las pensiones serán el 15% del PIB en 2050? De no importarle el tamaño del PIB, entonces que se gaste 15% u 9% del PIB debiera también ser irrelevante. El hecho, sin embargo, es que, lejos de ser irrelevante, es un dato enormemente importante, porque si la sociedad es mucho más rica (como lo será), quiere decir que tendrá muchos más recursos para los no pensionistas así como para los pensionistas, de la misma manera que la España de hoy tiene muchos más recursos que los que tenía hace cuarenta años. Como he dicho antes, hoy nos gastamos más del triple del PIB en pensiones que hace cuarenta años, y ello no quiere decir que las pensiones sean peores o que haya menos recursos para los no pensionistas. Considerar como alarmante que dentro de cuarenta años nos gastemos un 15% del PIB y luego decir que el tamaño del PIB es irrelevante es una enorme incoherencia, para ponerlo de una manera amable.

El tema no es aumentar impuestos o no, sino cuándo y cómo se incrementan
Pero, parece que lo que preocupa más al manifiesto y a JFV es que el crecimiento de las pensiones públicas pase del 9% actual al 15% en 2050, lo cual significará una subida de 6 puntos del PIB en impuestos y cotizaciones sociales en cuarenta años, que duda que la economía pueda producir. De ahí que prefieran que no se suba este porcentaje (mediante una reducción muy notable de las pensiones) y que se retrasen las jubilaciones dos años más. Por lo visto, JFV no se da cuenta de que hacer que los trabajadores trabajen dos años más, significa un enorme aumento de los impuestos y cotizaciones sociales. La pregunta que debe hacerse es ¿qué prefiere la población: ir pagando estas cotizaciones, que irán aumentando, consecuencia del aumento del salario y de la productividad y jubilarse a los 65 años, o no incrementar sus cotizaciones sociales y en cambio retrasar la edad de jubilación en dos años, pagando impuestos y cotizaciones sociales por dos años más? O en otras palabras, ¿qué prefiere la población, que se vayan aumentando gradualmente las cotizaciones sociales (resultado del aumento de los salarios y de la productividad) durante cuarenta años y jubilarse a los 65 años, o recibir menos pensiones, retrasar la edad de jubilación dos años y continuar pagando impuestos y cotizaciones sociales durantes dos años más? Toda la información que tenemos apunta a que la población en la mayoría de países de la OCDE prefiere la primera solución.

El sesgo neoliberal en la definición de equidad
Pero donde JFV muestra mayor insensibilidad y reflejan su sesgo neoliberal es su definición de equidad y justicia, en el cual está ausente el concepto de solidaridad, no sólo intergeneracional (parece desconocer las encuestas que muestran que los hijos no desean que se recorten los beneficios laborales y sociales, incluyendo las pensiones de sus padres) sino de clase social. En realidad, sus propuestas incrementarían todavía más las enormes desigualdades que existen en los beneficios sociales (como las pensiones) por clase social. En España un burgués vive diez años más que un trabajador no cualificado con más de cinco años en paro. Y las pensiones del primero son más generosas que las del último. Es profundamente injusto que se obligue al último a trabajar dos años más para pagar las pensiones al burgués que le sobrevivirá diez años.

En EEUU, uno de los economistas que ha trabajado más en el tema pensiones, acaba de publicar un informe “The Impact of Income Distribution on the Lenght of Retirement”. “Center for Economic and Policy Research”. Oct. 2010, en el que muestra el crecimiento de la esperanza de vida en la población estadounidense por nivel de renta para distintas cohortes. Y muestra como la mayoría del crecimiento de la esperanza de vida a partir de los 70 años se ha concentrado en las rentas superiores, siendo tal crecimiento relativamente menor en las rentas inferiores. En realidad, Dean Baker muestra que para estas rentas, el alargamiento de la edad de jubilación a los 67 años significa una reducción considerable de tiempo de jubilación, de manera que tendrán un tiempo de jubilación incluso menor que sus abuelos,. No existen datos en España que hubieran permitido hacer estos estudios en cohortes por distintos periodos, pero es muy probable que la situación sea semejante, pues España es, junto con EEUU, el país que tiene mayores desigualdades de renta y mortalidad entre los países de la OCDE (el club de países más ricos del mundo).

Me extenderé en cada uno de estos puntos y otros en la respuesta al manifiesto de los cien economistas que Juan Torres, Catedrático de Economía de la Universidad de Sevilla y yo publicaremos en la colección Attac, continuación de un libro anterior, titulado “¿Están en peligro las pensiones públicas?”, ATTAC, 2010.

Una última observación. El manifiesto neoliberal de los cien economistas ha tenido una enorme visibilidad mediática en España, como consecuencia del enorme dominio que el pensamiento neoliberal tiene en la cultura mediática de los mayores medios de información y persuasión del país. He vivido en varios países (Suecia, Gran Bretaña y EEUU) a lo largo de mi exilio, y en ninguno hay tan escasa diversidad ideológica en los medios como en nuestro país, situación que adquiere dimensiones asfixiantes en los temas económicos. La falta de visibilidad de voces críticas de la sabiduría convencional es consecuencia de ello. En realidad la censura y marginación de estas voces es constante. De ahí lo injusto de la aseveración de Ignacio Sánchez Cuenca, que en su artículo “Sí, pero…”, de El País (28.10.10) haga la observación de que “resulta chocante que en España no tengamos un Krugman local”. Sánchez Cuenca ignora que los tenemos. España tiene excelentes economistas críticos del pensamiento neoliberal: Juan Torres, Catedrático de Economía de la Universidad de Sevilla; Carlos Berzosa, Catedrático de Economía de la Complutense, y Rector de aquella Universidad, y muchos otros, han criticado extensamente el dogma neoliberal. Pero están vetados en los medios de mayor difusión, en sus páginas económicas. Y es fácil comprobarlo. Miren el número de artículos que han aparecido en aquellos medios y verán que ni uno aparece con su firma, y no es porque no los hayan escrito. Decía Gramsci que el dominio de la burguesía se hacía a través de la hegemonía que el pensamiento burgués tiene en los medios que controlan, que son la mayoría. La visibilidad del manifiesto neoliberal, financiado y patrocinado por la banca (el grupo fáctico más poderoso del país) no se debe a su fortaleza intelectual (que es escasa), sino a que refleja aquella hegemonía en los medios que lo promueven.

La falta de visibilidad mediática de voces críticas refleja, no sólo la escasa diversidad ideológica de los mayores medios de difusión y persuasión, sino también su escasa cultura democrática. Y de ahí que por lo visto, incluso un académico tan conocedor de la realidad española, como el señor Sánchez Cuenca los desconozca.

Vicenç Navarro Catedrático de Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra, y Profesor de Public Policy. The Johns Hopkins University
www.vnavarro.org

Social Share Counters