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marzo 20th, 2010:

Liberalismo frente Estado del Bienestar

Artículo publicado en elplural.com
enlace: http://www.elplural.com/opinion/detail.php?id=44518

No es la primera vez que dedico un artículo a defender la subida de impuestos. Creo que es necesario dar argumentos y explicar de manera sencilla este asunto si estamos dispuestos a mantener las cotas de Estado de Bienestar que hemos alcanzado, y que ante el acoso del neoliberalismo, empiezan a estar en peligro ya no sólo en España, sino en todo el continente europeo.

A pesar de que nuestro IVA sea de los más bajos de la Unión Europea, no me entusiasma la subida de este impuesto (porque repercute en todos por igual), y hubiera preferido una subida en los tramos altos del IRPF, (que con esa medida no seríamos ni más pobres ni más ricos), y estaríamos siendo solidarios con aquellas familias que en esta coyuntura no tienen trabajo, y que por tanto, no tendrían recursos para sobrevivir si no existiesen los actuales subsidios por desempleo aprobados por el Gobierno, y que son sin duda una decisión solidaria. Y para que existan estos subsidios, teniendo en cuenta el ritmo de endeudamiento que hemos alcanzado con la crisis, es imprescindible subir los impuestos. Y como es verdad que de alguna forma el IRPF este año ya es más alto porque no se devuelven los 400 euros, entiendo que desde la lógica del marketing político pueda ser el turno de otras tasas, como en este caso la del IVA. Y una vez que escampe, abordar sin reparo la reforma del sistema productivo.

La derecha se opone de manera muy sobreactuada y por sistema a cualquier tipo de subida impositiva (cuando en sus Ayuntamientos y Comunidades hacen lo que les da la real gana), argumentando que lo que se debe hacer es rebajar los impuestos para incitar la creación de empresas, y que estas empresas empleen a los parados. Eso suena muy bonito pero no lo es, y prueba de ello son las consecuencias de los gobiernos de Reagan y Thatcher en sus respectivos países durante los 80. Conociendo a algunos de los empresarios del tipo Díaz Ferrán, esto es lo que ocurriría en España si aplicásemos la propuesta de rebaja de impuestos de Rajoy: 1. estos empresarios serían más ricos porque pagarían menos impuestos, 2. no contratarían más porque no se generarían, por lo pronto, nuevos mercados, 3. esos parados, en consecuencia, seguirían parados y además sin subsidio y sin comer, 4. cerrarían todavía más empresas pequeñas porque se movería aún menos dinero, 5. Habría más parados si cabe, y 6. Enorme crecimiento de la desigualdad.

En realidad lo que ocurre es que el Gobierno de España no ha sabido explicar bien lo que está pasando. Resulta que detrás de esta disputa dialéctica entre el PP y el PSOE, encontramos grosso modo, la lucha de dos modelos distintos de sociedad: el modelo liberal por un lado, y el modelo de Estado del Bienestar por otro. El ring de esta contienda es Europa, y España tan sólo es una de sus esquinas.

Como muestra de ambos modelos enfrentados, podríamos poner los Estados Unidos y Suecia (salvando los vaivenes liberalismo-bienestar que también se dan, en cierto modo, en los ciclos políticos de ambos países). Sobre la mesa, y en teoría, el modelo liberal defiende impuestos muy bajos y una participación muy débil del Estado en la sociedad, y se quiere explicar que con ello, se generan muchas posibilidades de mercado que aportarían riquezas privadas y altas cotas de consumo. Eso es cierto, pero realmente lo que propicia este modelo son enormes fortunas al mismo tiempo que grandes miserias y desigualdad social. Por ejemplo, en un país de corte liberal, un trabajador pagaría menos impuestos, pero al mismo tiempo tendría que asumir muchísimos más costes directamente, y si por cosas del destino y del invierno se resfría, esta enfermedad común le podría costar directamente 250 dólares, por no hablar ya de un cáncer. Por eso en EE.UU. los hijos de muchos trabajadores no pueden ir a la Universidad, o no pueden permitirse el lujo de caer enfermos. Recuerdo a un estudiante norteamericano en mi etapa en la Pablo de Olavide, que con 38 de fiebre y mareado en clase, no iba al médico porque no tenía suficiente dinero esos días. Le dije que no tenía que desembolsar sus euros, y le acompañé al centro de salud. Quedo sorprendido de que un país que él consideraba mucho más pobre que el suyo, tuviese unos servicios médicos infinitamente mejores.

Por su parte, el Estado de Bienestar, aun asumiendo la libertad de mercado, reserva una parcela importante en la sociedad al Estado. Y gracias a la recaudación de impuestos, trata de equilibrar las oportunidades en la vida de los hijos de los trabajadores, respecto a los hijos de los poderosos. Por eso en Europa, y siguiendo el ejemplo anterior, los hijos de los trabajadores pueden ir a la Universidad (En España, y por poner datos concretos, la matrícula de la Universidad cuesta alrededor de 10000 euros al año, de los que los estudiantes pagan unos 1300, y si los impuestos estuviesen por los suelos, tendrían que pagar íntegramente esos 10000 ¿quién podría ir entonces a la Universidad? ¿Quién podría entonces recibir tratamiento contra el cáncer?). Es así de sencillo, un modelo está hecho a la medida de los ricos y sus capitales, y el otro modelo pretende corregir esta injusticia histórica de que no seamos iguales de nacimiento y ante la ley. Esto es así, lo pinten como lo pinten, ya sea de liberal conservador o de popular populista.

Pero esto al PP le da igual, porque en realidad debajo de su careta carnavalesca de “partido popular”, lo que encontramos es el brazo político de la patronal de Díaz Ferrán. Para el PP es muy fácil decir tonterías porque no gobierna (su amiga Merkel no ha podido siquiera empezar con su política anunciada de bajada de impuestos), y saben los de Rajoy que para llegar a La Moncloa no necesitan hacer bien las cosas, sino simplemente que a España le vaya mal. Es por eso que están instalados en la más zoqueta e insultante de las demagogias.

Alfonso Cortés González es profesor de Comunicación Política y Publicidad en la Universidad de Málaga

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