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partido popular

Privatizando, privatizando

Artículo publicado en elplural.com
Enlace: http://www.elplural.com/2013/01/17/privatizando-privatizando/

No es la primera vez en la historia de nuestro país que vivimos afanes privatizadores. Sin embargo, ninguno de los anteriores ponía tan en peligro el modelo de equilibrio social democrático, basado en el derecho universal a la salud.

Es de necios medir todo en función de su rentabilidad económica. En este sentido, la Sanidad nunca puede ser rentable. ¿Sería rentable en términos puramente económicos operar y tratar de cáncer a un trabajador que gana 17.000 euros brutos al año? Pues en estos términos economicistas no sería nada rentable, porque previsiblemente este señor producirá bastante menos en lo que le queda de vida laboral que los costes del seguimiento y tratamiento contra su enfermedad.

Por tanto, el argumento de lo rentable en la sanidad, desde el punto de vista ético y humano, es inadmisible; y en consecuencia, quien defiende estas posturas es una bestia o un ignorante. Ahora bien, otra cosa es maximizar y aprovechar los recursos que tenemos, pero para ello, la privatización es el peor de los caminos. Por eso en un modelo que mide la calidad de la sanidad por la rentabilidad, al PP no le tiembla el pulso para cerrar sin miramiento urgencias rurales  y dejar desprotegidos a miles de ciudadanos.

Y afirmo con rotundidad que es una senda equivocada esto de privatizar, porque la sanidad pública bien gestionada es siempre, pero siempre, mejor y más barata que la sanidad privada, y lo es sencillamente porque no tiene que repartir beneficios económicos, a costa de nuestra salud, a accionistas, inversores y propietarios.

En este sentido, las cuentas son muy claras en ambos modelos. Mientras  el modelo de negocio de la sanidad privada se podría resumir en “curar y obtener beneficios”, el de la sanidad pública sería “curar y cohesionar la sociedad”. Por tanto, la suma de los posibles beneficios privados, en el modelo de sanidad pública, volverían para “la saca” de todos de vuelta, y los podríamos reinvertir en la constante mejora de la propia Sanidad.

Por tanto, si en algún lugar encontramos que la sanidad pública está resultando más cara que la privada, a quienes hay que privatizar (mandar a la vida privada) es a los políticos que la gestionan, y no al contrario. ¿Premiamos a los cabestros con pingües beneficios a costa de nuestra salud por no haberla sabido gestionar bien? Pues en eso consiste dejar privatizar la sanidad.

Y es tan sangrante el asunto, que muchos concejales del PP (partido que ostentaba una adhesión cuasi militar en sus filas) ya han dimitido de sus cargos, lo que demuestra que sigue quedando honestidad y dignidad en la clase política, lo cual es un pequeño consuelo. Lo que nos hace realmente sentirnos país, es la igualdad en el disfrute de los derechos fundamentales, muy por encima de debates nacionales y de banderas de trapo que históricamente han servido para tapar las vergüenzas de los indeseables.

Si les dejamos hacer, acabaran privatizando el placer, la belleza y el amor. A no ser que ya estén privatizados y no me haya dado cuenta.

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Los rasgos autoritarios

Artículo publicado en elplural.com
Enlace: http://www.elplural.com/2012/12/20/los-rasgos-autoritarios/

Aunque el PP lleve décadas intentando disimular y/o neutralizar las actitudes antidemocráticas de muchos de sus militantes (a pesar de que muchos de ellos por la tradición española ni siquiera son conscientes de ello), no es la primera vez que al principal partido de la derecha en España le supuran sus rasgos autoritarios. Rasgos representativos de esa particular forma de hacer política sin cerebro y con cojones (tan populista en algunos casos como terriblemente peligrosa siempre).

Continuamente se les llena la boca hablando de Libertad de Expresión, pero a la vuelta de la frase, demuestran que ellos creen en la libertad de expresión conforme al modelo dictatorial: es decir, en una sola dirección. Y la única dirección plausible para los peperos es aquella que se dirige directamente a sus embudos.

Esta vez han montado en cólera porque la BBC (televisión pública británica, que además ostenta uno de los mayores índices de independencia en todo el planeta), ha sacado a la luz el despilfarro y el sindiós que ellos mismos han armado en las cuentas públicas de Valencia, comunidad que gobiernan desde hace casi 20 años.

Un Federico Trillo completamente enfurecido ha enviado una nota de protesta amenazando con acciones contundentes. ¿De dónde ha salido este señor? ¿Con qué poderes legítimos se cree que cuenta? ¿Piensa que en el Reino Unido, donde gobierna la derecha también, pueden manipular los medios públicos como ellos hacen aquí?

Rita Barberá y su equipo también están dando la nota, pero por lo menos, sus paridas tienen menor proyección internacional que las palabras de Trillo, que nos representa a todos los españoles en Londres. Me permito un consejo para Barberá, Trillo y los peperos que se sientan aludidos: esfuércense y mucho, no para tratar de callar la boca a un medio que cumple su función de informar a la sociedad de que lo ustedes hacen, sino para que ese medio no tenga motivos para sacar vuestros chanchullos e ineficiencias. Por lo menos empiecen a ser honestos.

Alfonso Cortés González es vicedecano de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Málaga y profesor de Comunicación de las Instituciones Públicas.
http://www.alfonsocortes.es/

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Pasado, presente y futuro del PP

Artículo publicado en elplural.com
Enlace: http://www.elplural.com/tribuna-libre/pasado-presente-y-futuro-del-pp/

El Partido Popular es un partido político español nominalmente de centroderecha. Sin embargo, no sólo militan en él antiguos fantasmas del franquismo, sino que siguen vivos y con actividad política, renombrados políticos del antiguo régimen como Paco de la Torre o el mismísimo Manuel Fraga. Estos señores se pasaron a la Democracia una vez que ésta era caballo ganador. Pero, en fin, este es otro asunto.

Para no liarnos en el pasado, y no ser injustos con el partido que lidera Rajoy, echemos un vistazo a su plana mayor actual, ya libre de ataduras rancias y almidonadas de otros tiempos, y observaremos cómo nos encontramos ante un partido político ejemplar, a pesar de que su fichaje estrella y asesor en temas jurídicos, Juan José Cortés, padre de la niña Mariluz, anoche se liara a tiros con su familia política. Es parcial y leonino juzgar a todo un partido por el comportamiento de un individuo, así que voy a tratar de limpiar el nombre de este noble partido y trataré de demostrar como en el PP actual hay gente muy interesante:

Como referentes intelectuales del partido de la gaviota (algunos snobs nos quieren hacer creer que es un albatros) tenemos a Jiménez Losantos, propagandista hertziano condenado numerosas veces por mentir en los medios; a Hermann Tertsch, conocido por sus trifulcas arrabaleras a altas horas de la madrugada; al iluminado Pío Moa, cuyo currículum académico es haber formado parte de los GRAPO e intuírsele algún que otro resbalón violento; y al follachochitosdetreceaños Sánchez Dragó.

Como primeras espadas encontramos a González Pons, a Arenas, a Cospedal, a Saénz de Santa María y a Cristóbal Montoro, inspirados y guiados todos ellos por personajes de gran catadura política y personal como Aznar, Trillo, Camps, Zaplana, Cascos, y hasta el mismísimo fajín de Queipo de Llano.

Como representantes de la clase trabajadora nos quieren seducir con los encantos del caldito del puchero de Celia Villalobos o con la torta de José Antonio Monago. Y en el lado de los pijos están los Agag, los hermanos Costa y ese chico, llamado Nacho Uriarte, diputado por la cuota de Nuevas Generaciones, quien provocó (si recuerdan) un accidente de tráfico doblando la tasa de alcoholemia, y todo ello siendo vocal de seguridad vial en el Congreso.

Mi intención de describir un partido político modelo de buena praxis y principios éticos ha fracasado. La verdad es que no hace falta mirar al pasado del PP para asustarnos, sino que el presente ya es aterrador. Peor que su pasado y su presente juntos es el futuro que nos espera. En este sentido, fijémonos de nuevo cómo actúa su cantera, personalizada hoy en Juan José Cortés: resolviendo a tiros sus problemas familiares.

¿Qué harían con quienes no tenemos su sangre?

Alfonso Cortés González es profesor de Comunicación y Sociedad y Comunicación de las Administraciones Públicas en la Universidad de Málaga

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hipocresía divina, divina hipocresía

artículo publicado en el plural.com
Enlace: http://www.elplural.com/opinion/detail.php?id=56549

No corren buenos tiempos para la imagen de los políticos, y hay que reconocer que de este asunto los propios políticos tienen casi toda la responsabilidad. Pero estos señores del PP parecen estar agraciados con un don divino que les permite ser los más impostores del mundo, y al mismo tiempo recibir grandes recompensas por su divina hipocresía. Y apelo a la Hipocresía Divina por la evidente y constante relación entre los representantes de los conservadores españoles en Las Cortes y los representantes de Dios en La Tierra.

Es Hipocresía Divina que la Iglesia tenga su principal tentáculo y sucursal política en el PP, mientras manifiesta que Ella no se mete en política; y es divina hipocresía que el PP se quiera hacer pasar por laico cuando los ultracatólicos de Hazte Oír se jactan de hacerle el programa al partido de Rajoy.

Es Hipocresía Divina cuando la Iglesia condena la homosexualidad, mientras sus filas están llenas de homosexuales; y es divina hipocresía que el PP, después de todo el por saco que ha dado contra el matrimonio homosexual, llevando la cuestión incluso a los tribunales, hagan entrever que ellos mantendrán esta ley. El mismo Javier Gómez (líder gay del Partido Popular) dice que España está preparada para tener un presidente gay.

Es Hipocresía Divina que los obispos apelen a la moral revelada en los libros sagrados, mientras se pasan las enseñanzas cristianas por el forro todos los días; y es divina hipocresía que el PP denuncie los libros de Educación para la Ciudadanía tildándolos de partidistas (cuando en absoluto lo son), mientras subvenciona en Valencia (con dinero público) un libro que insulta y calumnia a los socialistas y a la izquierda.

Y simplificando, es una gran Hipocresía Divina dar la comunión a quienes tienen la divina hipocresía de llamarse cristianos y desearle el mal a Rubalcaba (como Curry Valenzuela), a quienes creen que la otra mejilla nunca es la suya propia, a quienes desean el infierno terrenal a los inmigrantes, y en conclusión, a quienes mienten más que parpadean.

Menos mal que no todo está perdido. Muestra de esto es que hay monjas proletarizadas (y con votos de pobreza como las hermanas cistercienses de Zaragoza) que no dejarán de rezar para salvar las almas de estos hijosdedios, al mismo tiempo que amasan un botín que oscila, según palabras del abogado de las sores, entre los 450 mil y el 1,5 millón de euros. Para que luego las malas lenguas digan que el reino de Dios no está en este mundo.

Alfonso Cortés González es profesor de Comunicación y Sociedad en la Universidad de Málaga

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jaula de locos

articulo publicado en elplural.com
enlace: http://www.elplural.com/opinion/detail.php?id=52242

¿Los votantes del PP no se dan cuenta de que su partido favorito es una jaula de locos? Digo jaula porque parecen estar encerrados en su propia película, y digo locos porque cada semana, cada día, nos sorprenden con una ocurrencia disparatada. Parecen que están empleándose a fondo para superarse a ellos mismos en este asunto. Podríamos hablar de que el PP acusa al PSOE de romper el pacto antitransfuguismo cuando es el propio PP el que ha ganado 17 alcaldías con votos tránsfugas (5 más que el PSOE) y el que sólo ha perdido 7 alcaldías frente a las 24 del PSOE. Los de Rajoy debería callar porque los números hablan por sí solos: es el PP el mayor beneficiado de los movimientos tránsfugas en el país. Y como las cifras lo dicen todo, no diré nada más al respecto.

Podríamos hablar también de las salidas de tono constantes de personajes como De la Riva, tras las cuales, un modosito Mariano Rajoy se retracta (a medias) al mismo tiempo que jalea a su talibán de turno vía sms, mientras pide evitar radicalismo a su panda de extremistas. Pero como se ha hablado mucho esta semana sobre ello, tampoco diré nada más al respecto.

Cuando parecía que ya habíamos alcanzado los disparates populares de la semana, el PP da una vuelta de tuerca más, y para defenderse del desorbitado salario anual de Cospedal, denunciado por el PSOE (me parece perfecto que el PP desperdicie su dinero remunerando inmerecida pero lícitamente a semejante secretaria general), los de Génova 13 contraatacan poniendo sobre la mesa una propuesta para evitar que una familia cobre dos sueldos públicos.

Atención: dicen una familia y no una persona, según recogió la prensa ayer mismo aunque cueste trabajo creerlo. Hay que ser necio, además de considerar como idiotas a sus votantes, como para proponer a estudio semejante barbaridad. Por tanto, si seguimos la brillante propuesta del PP, un matrimonio de funcionarios sólo puede percibir un sueldo. Un hogar en el que el padre y el hijo, que viven bajo el mismo techo, son guardias civiles, uno de los dos se vería obligado a renunciar a su sueldo o buscarse otra profesión.

Y si lo que el PP quiere decir es que está en contra de que entren en un hogar dos sueldos políticos (cosa que también es una locura porque las remuneraciones se hacen a las personas y no a los hogares) que empiecen por ellos mismos, ya que tienen miles, pero que miles de hogares con familias peperas bien remuneradas con fondos públicos. Si no saben por dónde empezar, les voy a ayudar: empiecen por la familia Aznar, en la que entran, por lo menos, los dineros como ex presidente y ex diputado de Josemari y el sueldo de concejala de la Botella. Aunque el señor Aznar en su reunión con viñateros castellanos evidenciaba su afición a las botellas, me refiero a su cónyuge.

Alfonso Cortés González es profesor de Comunicación y Sociedad en la Universidad de Málaga
www.alfonsocortes.com

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Rajoy fomenta la corrupción

Artículo publicado en elplural.com
Enlace: http://www.elplural.com/opinion/detail.php?id=48457

No se puede decir que Rajoy sea un corrupto porque no ha sido condenado por ello, y ni siquiera ha sido imputado como lo han sido centenares de sus amiguitos de partido. Y tampoco es esa mi intención. Lo que sí que se puede afirmar con rotundidad es que la actitud de Rajoy favorece y protege la corrupción y el comportamiento detestable de los corruptos de su partido, que ven como su líder se pone del lado oscuro, en lugar de estar del lado de la ley.

Un líder de verdad, un aspirante serio a la presidencia del país debe dar ejemplo y ejercer su autoridad para que se cumpla la ley y para que la ética esté por encima de los intereses bastardos y podridos de ciertos delincuentes con corbata metidos en política, aunque jueguen en su propio equipo. Si Rajoy favorece este laissez-faire estando en la oposición, imaginemos si alguna vez llegase a La Moncloa: el desparrame y la berlusconización de España sería irreversible. Ya sabemos, lección que nos ha dado el estudio de la historia de la política, es que los líderes incapaces fortalecen su posición permitiendo que sus subordinados y colaboradores roben a manos llenas.

Ha quedado de manifiesto que Rajoy es incapaz de ejercer el liderazgo en su propia casa, por tanto, invito a los militantes del PP a que empiecen a buscarse otro presidente, ya que con este señor con barba tienen muy crudo ganar las elecciones, y si las ganase, lo tendríamos muy crudo todos los españoles.

Y como ven, señores, no hace falta hablar ni de Ripoll, ni de Camps, ni de Martín Serón porque la corrupción se ha convertido desgraciadamente en el padrenuestro de cada día del Partido Popular, y por tanto, es inmoral y sangrante el argumento pepero de que existe una conspiración contra ellos. Lo ilegal no es que la policía detenga a políticos corruptos, señor Rajoy, lo ilegal es lo que hacen sus compañeros de partido.

Alfonso Cortés González es profesor de Comunicación Política en la Universidad de Málaga

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ganaron con las armas pero no con la razón

artículo publicado en elplural.com
enlace: http://www.elplural.com/opinion/detail.php?id=45492

Esta semana se ha cumplido el 79 aniversario de la proclamación de la II República Española, sistema político legítimo y constitucional, derribado por las armas del ejército golpista del General Franco entre 1936 y 1939. Parece que ha llovido mucho desde esa época, y aunque lo haya hecho meteorológicamente, desde el punto de vista histórico, parece ser que tampoco hemos avanzado tanto.

En nuestro país cada vez es más evidente que el principal partido de la oposición (claro candidato a partido de gobierno) saca a relucir sus raíces, y se muestra como un partido política y sentimentalmente unido al Franquismo (sus fundadores eran reputados políticos de la dictadura). A veces, se nos olvida que la dictadura de Franco fue un régimen fascista, no por nada, sino porque cumplía todos los requisitos para serlo, ya que estaban suspendidas las Libertades Civiles, existía un partido único, se demonizaba a la Democracia, se disponía de un Sindicato Vertical, y se violaban los derechos de un pueblo mediante una fuerte represión y una brutal persecución política de las ideas y maneras de vivir. Estas características también las cumplían del mismo modo la Alemania de Hitler o la Italia de Mussolini.

Por tanto, que tengamos un PP (que se sustenta en gran parte sobre el franquismo sociológico) que pretende blindar las responsabilidades de nuestra última tiranía, es terriblemente peligroso. Es como si en Alemania, el principal partido de la oposición y con claras posibilidades de ganar las elecciones, fuese un partido llamado (supongamos) Volks Partei (fundado hipotéticamente en 1989 a partir de pequeños partidos de antiguos políticos de Hitler), cuyos fundadores de cabecera fueran destacados ministros nazis como Goebbels, Hess o Speer, y al frente del cual a modo de estandarte y como presidente honorario (como un tal Fraga en nuestro país) tuviesen a un todavía vivo y senil Joseph Goebbels, quien además durante los 90 gobernaba el Länder alemán de Renania del Norte-Westfalia, su tierra natal. ¿A qué choca? Pues esa de alguna forma parece que es nuestra triste historia.

Y que no nos vengan los populares con monsergas sobre Stalin o Fidel, ya que todos los demócratas condenamos el recorte de libertades y atropellos contra los Derechos Humanos de todas las dictaduras, y reconocemos a todas las víctimas, sean del color político que sean. Y más vale tarde que nunca: ya es hora de que Partido Popular condene al franquismo. Mientras esto no suceda, aún le quedan por recibir a los de Rajoy muchas lecciones de Democracia, de Política y de Derechos Humanos, pero muchas.

¿De qué sirve que a Rajoy se le llene la boca cuando habla de Derechos mientras niegan el derecho de miles de españoles a saber qué pasó y dónde están los restos mortales de sus familiares cercanos? De nada, simplemente sirve para evidenciar una vez más el grado de demagogia y falsedad que se gastan en Calle Génova, 13. ¿Es tan difícil que un supuesto partido demócrata como el PP condene una dictadura y apoye las aspiraciones legítimas de cualquier hijo de saber dónde está el cadáver de su padre? Hable claro señor Rajoy: ¿les niega ese derecho a millares de familias españolas?

Esto viene a evidenciarnos que la Transición a la Democracia en nuestro país aún no ha sido completada, y que necesitamos una Segunda Transición porque no todos los vestigios de la dictadura han sido depurados de las más altas instancias del poder. Del mismo modo que en la Primera Transición se normalizó el Poder Legislativo, se redactó una Constitución y se depuraron las Fuerzas Armadas, en esta Segunda Transición queda por reformar el Poder Judicial (descaradamente anclado en el pasado), y conseguir que todos los partidos con aspiraciones de gobierno por lo menos sean demócratas (para que nos den seguridad a todos los ciudadanos de que respetan las reglas de juego), y se desmarquen del Franquismo. Si un partido que puede llegar a gobernar no condena la violencia de nuestro régimen anterior, es normal que muchos sintamos miedo al tener dudas sobre el respeto profundo que puedan sentir estos señores por las libertades, la convivencia y respeto entre ciudadanos.

Es cierto que históricamente en España pesa mucho en que el fascismo venciera por las armas en 1939, y muriese plácidamente en un lecho con el poder político intacto. Pero este hecho histórico no puede servir para que esa victoria violenta de hace 6 décadas pretenda delimitar y encasillar nuestro presente y nuestro futuro, ya que eso ni convence (como dijo Unamuno) ni es razón política suficiente.

El acoso que está sufriendo Garzón es un atropello a las propias aspiraciones democráticas y a la Verdad en nuestro país, que está teniendo una respuesta firme y de asombro en el resto de los países democráticos (incluso se abre un proceso judicial en Argentina contra el Franquismo). La gente del PP, con Aguirre a la cabeza, no se conforma con perseguir y destruir a Garzón, sino que nos quieren negar la voz, nos quiere negar nuestro derecho a manifestarnos sobre este tema, y silenciar la memoria reciente de nuestro país.

La lideresa calificó el acto de apoyo a Garzón en la Complutense como un suceso antidemocrático, cuando ese acto es totalmente democrático porque está amparado por nuestra legislación, ya que tenemos Libertad de Asociación, Opinión y Manifestación. Además, la Universidad en toda Europa, señora Aguirre, es una institución autónoma del poder Político, sea del signo que sea, y lo es así para poder reflexionar, deliberar y discutir sin presiones de ningún tipo, aunque los gastos de la Complutense lo pague la Comunidad de Madrid, o los de mi Universidad lo haga la Junta de Andalucía. Si se le niega esta autonomía a la Universidad, estamos negando su razón de ser y su vocación de hacer avanzar el conocimiento y la civilización. Es evidente señora Aguirre, que no supo aprovechar en sus tiempos mozos su paso por la Universidad. Qué pena.

Ahora bien, lo que es antidemocrático, señores del PP, es querer encubrir los crímenes de la dictadura franquista y no luchar por los Derechos Humanos (de todos, para todos y universales) ya que contribuir a que se sepa la Verdad es construir Democracia. Lo que es antidemocrático, para más señas, es querer callar nuestras voces para que no sepamos qué pasó. Si creemos en las libertades, hay que empezar por reconocérselas a nuestros adversarios (Hitler reconocía la libertad de opinión, pero sólo a los que opinaban como él, igual que Franco). Y como creo en las libertades, señores del PP, defiendo con todo mi corazón y con todas las consecuencias, vuestro derecho a que digáis y expreséis lo que queráis, aunque sean fruto de la ignorancia o de la mala leche. Pero a cambio de vuestra libertad no queráis privarnos de la nuestra. Esa es la esencia del fascismo.

Alfonso Cortés González es profesor de la Universidad de Málaga

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Y además caen palos en El Cabanyal

Artículo publicado el 9 de abril de 2010 en elplural.com
Enlace: http://www.elplural.com/opinion/detail.php?id=45170

Desgraciadamente esta semana está cargada de noticias desoladoras, como los gravísimos casos de corrupción del Partido Popular por un lado y por otro que finalmente hayan conseguido, los herederos políticos del fascismo español, sentar a Garzón en el banquillo por tratar de hacer justicia y esclarecer el genocidio cometido por nuestra última dictadura. La corrupción mina el sistema desde dentro, y el caso Garzón mina la confianza y unión sentimental de las personas con la democracia. ¿Qué se les puede decir a los miles de familias, de los más de 100000 desaparecidos, que aún no han podido siquiera identificar a sus familiares? Ciertamente, no encontramos una respuesta coherente a esta pregunta.

Sin embargo, me gustaría poner voz a lo que está ocurriendo paralelamente en El Cabanyal, porque, evidentemente por razones de agenda-setting, está quedando en un segundo plano. Esta mañana, sin ir más lejos, hemos vivido momentos de tensos enfrentamientos de la policía contra la población civil, que se han saldado con dos detenidos y varios heridos.

Hay quien pueda decir que los manifestantes han provocado la brutal carga con comportamientos violentos. Pero que esto pueda haber sido así, no justifica una carga policial de esta dimensiones (hemos visto todos las imágenes en televisión de porrazos contra ciudadanos quietos). La Policía está especialmente entrenada para estas situaciones, y sabe cómo actuar directamente, y sin abuso de la fuerza, contra la persona violenta en cuestión.

Se me puso la carne de gallina cuando vi a la Policía de la España democrática arremeter contra la voz del pueblo, contra personas que tienen derecho constitucional a manifestarse. De este hecho derivan dos cuestiones sumamente importantes desde el punto de vista político: 1. Uso desproporcionado de la fuerza y violación de los derechos de muchos ciudadanos que han sido agredidos mientras estaban sentados, y por tanto sin mostrar violencia, y 2. Deslegitimación de la autoridad, ya que es de manual de primer curso de Ciencias Políticas, la cuestión de que el poder político pierde legitimidad cuando debe hacer uso de la violencia para hacer cumplir sus decisiones.

A pesar de que pueda haber algún elemento violento (no lo sé porque no he estado presente en la protesta, pero concediendo incluso que haya podido ser así) la derecha no debe empañarnos el cristal y tratar de ponernos una imagen distorsionada sobre este asunto delante de los ojos.

Hay que decir bien alto que lo que está ocurriendo en El Cabanyal es un atropello y una vulneración brutal del propio derecho a la propiedad de los ciudadanos. Lo que realmente está en juego son los sucios negocios inmobiliarios y urbanísticos de empresarios y políticos de corte gürteliano, que para forrarse atacan y roban a los pobres.

Y no es demagogia, porque independientemente del debate sobre la legalidad de la actuación urbanística del Ayuntamiento de Valencia (PP), queda claro que lo están desarrollando de forma deshonesta con sus ciudadanos (también electores), porque les quieren obligar a abandonar sus casas con un dinero en el bolsillo que no les llegaría para comprarse otra igual.

Aquí se debería acudir a la Justicia (espero que no sea aquella amiguita del alma del Presidente Camps), porque lo que no se puede hacer es robarle a las personas sus casas (sea completa o parcialmente) y encima darles de hostias porque protestan contra una decisión evidentemente injusta para ellos. En este caso nos encontraríamos no con un hurto limpio o de guante blanco, sino un gran atraco a mano armada.

Alfonso Cortés González es profesor de la Universidad de Málaga

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El PP es un problema de España

http://www.koinovacance.org/blog/?m=200803

http://www.koinovacance.org/blog/?m=200803

Artículo publicado en elplural.com
Enlace: http://www.elplural.com/opinion/detail.php?id=43535

Ayer por la mañana, Elena Valenciano, la secretaria de Política Internacional y Cooperación del PSOE, tuvo un pequeño desliz en el debate que mantuvo con Esteban González Pons, en la SER, cuando dijo que “el PP es el problema de España”. Pons quiso aprovechar, de forma victimista, este lapsus linguae, pero Valenciano rápidamente corrigió y prosiguió el debate en torno a la crisis económica, y la anécdota quedó en nada. Por supuesto que es exagerado afirmar que el PP es el problema de España, pero no es nada descabellado sustituir el artículo determinado por uno indeterminado, para sostener que el PP es un problema de España. Entre otros, más o menos graves, pero problema al fin y al cabo.

El PP es un problema porque extralimita su misión de partido opositor, para adentrarse en el trabajo de un partido boicoteador, que se niega a arrimar el hombro contra esta crisis, de la que parece estar aliado. Todo esto lo hace para poder ganar las elecciones, perjudicando a miles de españoles que están sufriendo esta situación. Ellos saben que cuanto peor vayan las cosas en nuestro país, mejor para sus estimaciones de voto, porque cada vez está más claro que Rajoy no es alternativa a nada, salvo a la desesperación más extrema.

El PP es un problema porque es capaz de mancillar y perjudicar la imagen de España en el extranjero, lo que trae consigo el miedo de los inversores y de los capitales, sabiendo que no hay nada más cobarde que el dinero.

El PP es un problema porque no contribuye a la cohesión territorial de nuestro país, fomentando notables desigualdades entre comunidades autónomas, cuando torpedean la ley de dependencia, y cuando se niegan a la distribución de ordenadores entre escolares, por poner dos ejemplos.

El PP es un problema porque en lugar de luchar contra su corrupción, hace como ciertas confesiones religiosas: premia, encubre y apoya a sus corruptos.

Es asombroso e incluso cómico, cuando no paranoide, que el Partido Popular (el de la conspiración del 11-M) hable de teoría de la conspiración cuando sencillamente describimos su actitud miserable contra los intereses de los españoles. De conspiración contra los de Rajoy nada hay, simplemente tenemos que repasar los discursos y las acciones públicas y notorias del PP, para comprobar cómo son.

También es cierto que por ser como es este PP, hace que el PSOE tenga un problema al sentirse cómodo con la situación descrita, ya que es beneficioso para los socialistas esta actitud pepera a la hora de movilizar el voto útil contra la derecha cavernaria, y se crea por tanto, este círculo vicioso en el que parece que estamos atrapados. En medio este berenjenal, el PP pide elecciones anticipadas, ya que corren el riesgo de que más adelante vayan las cosas mejor (que seguramente irán), y la ilusión transitoria de Rajoy de habitar La Moncloa se disipe para siempre. La irresponsabilidad del PP es otro problema de España.

En conclusión, aunque no sea el único, y quizás tampoco el más grave, es evidente que el PP es un problema de España que da muchos problemas.

Alfonso Cortés González es profesor de Comunicación Política y Publicidad en la Universidad de Málaga

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La cadena perpetua

Artículo publicado en elplural.com, para leerlo pinche el siguiente enlace:
http://www.elplural.com/opinion/detail.php?id=42711

Pensarán muchos de los lectores que este artículo es una feroz argumentación en rechazo a la cadena perpetua. Y aunque mi opinión al respecto es, efectivamente, de una rotunda oposición a este tipo de castigos, voy a entrar al trapo del PP y vamos a debatir muy breve y tranquilamente sobre la cadena perpetua en España.

Antes de nada, los chicos y chicas del PP no deben saber (igual lo saben, y cabe pues la posibilidad de que sean así de marrulleros) que para implantar la cadena perpetua en nuestra legislación es necesario cambiar la Constitución. En este sentido, les pido a los de Rajoy que no nos tomen el pelo, y que empiecen por tanto a plantear de qué forma y en qué puntos debemos cambiar la Carta Magna. Es decir, deben estar dispuestos a abrir este melón.

La reforma constitucional se puede realizar por dos procedimientos: el ordinario y el agravado. El primero de ellos, está previsto para reformas parciales, y el procedimiento agravado, por su parte, está pensado para reformas totales o bien para reformas parciales en las que se cuestione los Derechos Fundamentales o bien el asunto de la Corona. En ninguno de los dos casos, se puede iniciar la reforma en medio de reacciones emocionales que puedan alterar las decisiones. En este sentido, el tema Rafita (el asesino de Sandra), les impediría emprender el proceso por ser una coyuntura en la que la sociedad está impactada y sensibilizada por sucesos de crónica negra.

Supongo que el PP optaría por la reforma ordinaria y en un período de sosiego emocional, ya que no le interesaría debatir sobre otros aspectos y centrar el debate a ese único punto: explicitar que quieren que las condenas en España estén orientadas al castigo, en lugar de a la reinserción. Pero claro, para hacer esto se necesitan, resumiendo, tres quintos de votos favorables en la Comisión Mixta (Congreso y Senado). Y claro, el PP ni con mayoría absoluta puede tener 3/5 de los diputados. En consecuencia, que no nos cuenten rollos, porque ni aún ganando las elecciones con mayoría absoluta, podrían reformar en este sentido la Constitución. La única manera que tienen para que se pudiese iniciar esta reforma constitucional, sería promoviendo un referéndum, tras el apoyo de 35 diputados y 25 senadores. Así que tengan la honestidad y el valor suficiente para iniciar este camino, si realmente creen en ello, y juéguense, por tanto, su crédito político en esta aventura.

Pero apostaría a que no tienen el coraje de hacerlo. Está claro que el partido de Rajoy simplemente habla del posible debate de la cadena perpetua para ganarse demagógicamente las voluntades de personas que desconocen el sistema político e institucional. Eso es un uso perverso de la comunicación política, sobre todo por parte de un partido con posibilidades de gobernar, que lo que tendría que hacer, por el contrario, es pedagogía social y elevar el conocimiento sobre los asuntos públicos de los ciudadanos. La verdad que es una pena, pero está visto que en nuestro país lo que tenemos de perpetua, es la perpetua derecha. Desde tiempos inmemoriales.

Alfonso Cortés González, Profesor de Comunicación Política y Publicidad en la Universidad de Málaga

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