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recortes

Desviando la atención

Artículo publicado en elplural.com
Enlace: http://www.elplural.com/2012/11/14/desviando-la-atencion/

La estrategia fundamental que los conservadores en toda Europa utilizan para tratar de minimizar los efectos y repercusiones de las huelgas, es desviar la atención hacia los incidentes del día. Con esto, consiguen que la gente entre al trapo de que si los piquetes son violentos o no, y de cuán agresiva ha sido la policía, en lugar de profundizar y debatir sobre los motivos de fondo que han llevado a la convocatoria de una huelga y cuáles son las perspectivas de futuro.
El Gobierno del PP, para conseguir desviar el centro del discurso mediático sobre la huelga, utiliza fundamentalmente dos líneas estratégicas de acción: una mediática (o subjetiva) que se sustenta en las opiniones y comentarios que sus tertulianos y comunicadores afines vierten en los distintos medios, y otra fáctica que consiste fundamentalmente en detener a mucha gente y propiciar alguna que otra carga policial, para que al mismo tiempo, sus tertulianos referidos tengan conexiones con la actualidad, para tratar de persuadir a la opinión pública.

Sin embargo, sin querer ni poder evaluar en este momento qué actos son delictivos o no (ya que en realidad, si queremos analizar coherentemente la sociedad, este no es el foco de atención hoy, sino mañana), esta estrategia de desviar activamente la atención es más que evidente.

Por un lado es evidente porque no es nueva, ya que los que estudiamos estos asuntos la vemos repetida en todas las convocatorias de huelga que tienen lugar en todos los países de nuestro entorno. Y por otro lado, ya verán como la inmensa mayoría de las personas que han sido detenidas hoy, esta misma tarde, o mañana por la mañana abandonarán las comisarías sin cargos. Y esta es la prueba del ocho de que se detiene sin motivo legal, simplemente para poder desarrollar esa estrategia que comentaba anteriormente. Sobre esto, la oposición debería fiscalizar al Gobierno.

Además, todo esto se enmarca en una estrategia de fondo y de largo plazo (que ya ha obtenido sus primeros frutos en la última década) que pretende educar a la población en que movilizarse y participar en proyectos colectivos es inútil y contraproducente. Es triste ver como muchas personas ya han comulgado con esta rueda de molino.

Estos pregoneros de pacotilla y políticos traidores son tan obtusos que consideran delictiva  una huelga en lugar de las políticas deshumanizadas que han echado a miles de familia a calle, y amenazan con llevarse también su educación y su salud por delante.

Alfonso Cortés González es vicedecano de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Málaga y profesor de Comunicación de las Instituciones Públicas. www.alfonsocortes.com

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Que se vayan los peores

Artículo publicado en elplural.com
Enlace: http://www.elplural.com/2012/09/20/que-se-vayan-los-peores/

“Rajoy es un oportunista que gobierna por decreto y carece de sentido de Estado”. Así es como el Financial Times (diario económico de referencia) califica a nuestro presidente. La verdad que no es necesario recurrir a la prensa internacional para saber que tenemos al presidente menos sagaz y capacitado de los últimos 40 años, y que por los tiempos que corren, se nos presenta como el más peligroso en consecuencia. Esto, aunque no lo reconozcan fuera de sus casas, lo sienten miles de votantes populares desengañados en toda España, e incluso, insignes ‘peperos’ están ya conspirando para derrocar al registrador de la propiedad.
La propia CEOE (de la que el PP es frecuentemente su brazo político), prevé que el paro seguirá creciendo a una velocidad inasumible, llegando prácticamente a los 6 millones de parados en 2013. Es paradójico que los señores de la CEOE digan esto, ya que la reforma laboral que decretó Rajoy, el incapaz, fue dictada por ellos mismos, y como denunciamos desde todos los medios no controlados por el Gobierno, sólo servía para despedir más fácilmente, y en ningún caso para fomentar el empleo.

Por si fuera poco, estos problemas de la España gobernada por el PP no sólo son económicos, sino también sociales. Se han incrementado considerablemente los costos que las familias deben asumir en concepto de educación, al mismo tiempo que el Gobierno despide profesores y aumenta la ratio por aula. Se ha recortado brutalmente en sanidad y se prohíbe a la mujer a decidir sobre su maternidad. Quieren financiar con dinero público sectas y clubes educativos que segregan a niños y niñas y educan contra el espíritu mismo de la Democracia, la convivencia y el respeto a la diversidad. Y esto sólo por citar algunos de los cientos de atentados que el gobierno Rajoy viene realizado contra el Estado de Derecho.

Puede parecer excesivo calificar las acciones de gobierno del PP como atentados contra el Estado de Derecho, pero no lo es en absoluto: ¿qué sería de un Estado de Derecho sin derechos de los ciudadanos? Y evidente es que con estos señores gobernando, cada día perdemos unos cuantos derechos, sean fundamentales, sociales o laborales.

¿A dónde nos quiere llevar por tanto este Gobierno? Probablemente, y por ser un gobierno de mediocres, en el mejor de los casos, ni siquiera ellos lo saben. Ya ni pedimos que los mejores vayan a la política (qué triste, por cierto), pero al menos debemos exigir que se vayan a su casa los peores. Y Rajoy y su equipo, claramente han demostrado ser los peores políticos que sufrimos en nuestro país.

Alfonso Cortés González es vicedecano de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Málaga y profesor de Comunicación de las Instituciones Públicas
www.alfonsocortes.com

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Reformas o destrucción

Artículo publicado en elplural.com
Enlace: http://www.elplural.com/2012/06/22/reformas-o-destruccion/

El llamar a algo por su antónimo es un juego muy manido, propio de los malos políticos que traicionan a la ciudadanía. Ello es infinitamente peor que maquillar la realidad, cosa que ya es abominable de por sí. Así que imagínense la diferencia entre reformar una casa y destruir una casa.

Pues esto, es lo que está haciendo el Gobierno de Rajoy en todas y cada una de sus acciones políticas. Todos sus actos de gobierno pretenden inocularse en la opinión pública a través de dardos dialécticos envenenados con deshonestas intenciones. Como no podemos hablar de todas sus decisiones por cuestiones de espacio, escojo el tema de los mineros aprovechando que hoy arranca la marcha negra hacia Madrid.

Incluso en el escenario de que el carbón ya no sea rentable, lo que es infinitamente menos rentable para España es dejar parados a una parte importante de la fuerza activa de este país. Y esto es desde el punto de vista de la estructura económica, porque si hablamos ya desde el punto de vista social, dejar a familias enteras sin el medio que les da de comer es, directamente, una acción criminal. Y esto también vale para la sanidad o la educación.

Así que no hagamos ni caso a ese dardito de cianuro sociológico, impreso con la palabra reformas, que el Gobierno nos quiere vender, ya que si realmente buscasen reformas, en lugar de dejar sin empleo a los mineros que trabajan en el carbón, se estarían realizando los procedimiento pertinentes para recolocarlos en un sector pujante como puede ser la energía solar.

Porque lo que está claro es que se agote o no el carbón, lo que no está para nada agotada es la mano de obra de las comarcas mineras. Reformando de verdad, en lugar de destruyendo como hacen los del PP, estaríamos siendo competitivos como país y al mismo tiempo justos con el esfuerzo que durante toda su vida han hecho los trabajadores.

Eso sería una reforma señor Rajoy, lo que ustedes están haciendo es destruir vilmente y con todas sus letras el país y nuestro futuro.

No se lo podemos permitir. ¡Rajoy, a la calle!

Alfonso Cortés González es vicedecano de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Málaga.
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Los trabajadores crean empleo

Artículo publicado en elplural.com
Enlace: http://www.elplural.com/2012/06/08/los-trabajadores-crean-empleo/

Es cierto que para crear empleo debe existir una empresa en la que trabajar (también puede ser una cooperativa, aunque lo dejo aquí por no ser este el objeto de la discusión). Por otra parte, para que el sistema funcione, la figura más importante en este juego, más si cabe que los propios empresarios, son los clientes. Los clientes son los que dan sentido a los negocios y son quienes depositan su dinero y su confianza en las empresas. Sin ellos, no hay nada que se pueda hacer.

Pues bien, la genial idea de este Gobierno, que cada día se nos muestra más incapaz para solucionar los problemas de España, es precisamente disminuir el número de clientes en nuestro país. Con sus políticas de recortes (que van desde la médula del Estado Social, que son la Sanidad y la Educación, hasta la minería, pasando por el recorte en salarios públicos) se consigue eliminar miles de clientes del sistema.

Un minero trabajando, no sólo es mano de obra, sino que cuando sale del trajo le gusta ir con sus hijos a comer a un bar o comprarse ropa nueva. Es decir, parte del dinero que ingresa por trabajar en la mina, lo vuelve a poner en circulación gastándolo en otras empresas, y es lo que hace que el sistema funcione.

Si dejamos a miles de mineros, de médicos, de maestros, y de otros empleados públicos en el paro, ya no podrán gastarse los euros que se gastaban en el bar, en la tienda de ropa o en la de muebles. Así, el dueño del bar o de la tienda, como ha perdido clientes (médicos, mineros o profesores que ahora están en paro) antes de cerrar, despide a gran parte de sus camareros y dependientes, que irán derechitos a las filas del INEM junto a los ciudadanos mencionados anteriormente. De este modo multiplicamos las deudas de nuestro país y disminuimos de manera brutal los ingresos en el sistema (tanto empresas como Administraciones).

Por tanto, lo que un Gobierno medianamente inteligente debería hacer, es no permitir bajo ningún concepto aumentar las filas del paro, porque eso nos deriva a una espiral de más desempleo y miseria. Un Gobierno honesto en una crisis como esta, está obligado moralmente a poner dificultades a que se despidan trabajadores (en lugar de esta criminal reforma laboral que facilita el despido), y mantener y aumentar el poder adquisitivo de trabajadores públicos, que en momentos de inestabilidad son los que podrían seguir manteniendo cotas estables de consumo, en lugar de recortarles el sueldo y mandar a miles de interinos a la calle, lo que nos cuesta más dinero aún, puesto que tienen derecho a prestaciones por desempleo.

Señor Rajoy, quienes realmente dan trabajo, son los propios trabajadores, sean funcionarios, mineros o dentistas. En lugar de poner el dinero en Bankia (para que se lo queden unos pocos) ponga esos euros en los bolsillos de los currantes, ya verá usted como los ciudadanos, simplemente gastando nuestro dinero, lo estarán distribuyendo en el sistema muchísimo mejor (y de manera más justa) que su amigo Rato o Goirigolzarri.

Discúlpenme los lectores por este texto tan elemental, pero a ver si con suerte lo lee el presidente Rajoy y se da cuenta de su garrafal error de base. Eso en el mejor de los casos de que el señor Mariano sea sólo un zoquete bienintencionado. También cabría la posibilidad de que en lugar de ser un pobre hombre encumbrado que no sabe como servir a los ciudadanos que le han votado, fuera un fiel sirviente de los intereses de la minúscula alta burguesía financiera. En este caso, no cabría otra solución que tumbar este Gobierno.

Alfonso Cortés González es vicedecano de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Málaga y profesor de Comunicación de las Instituciones Públicas
http://www.alfonsocortes.es/

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¿Nos sacrificamos los ciudadanos o sacrificamos a Rajoy?

Artículo publicado en elplural.com
Enlace: http://www.elplural.com/2012/05/03/%c2%bfnos-sacrificamos-los-ciudadanos-o-sacrificamos-a-rajoy/

Ayer, en un discurso ante el Consejo de Estado, Rajoy pidió sacrificios a la sociedad española. ¿Para qué nos pide Rajoy a los ciudadanos que nos inmolemos? Está claro que Rajoy pide sufrimiento a aquellas personas a quien supuestamente representa, para favorecer, en realidad, un grupúsculo oscuro de especuladores de la felicidad ajena.

Nos pide sacrificios para que renunciemos a nuestra propia salud, y que consintamos el desguace de nuestra sanidad pública.

Nos pide sacrificios para que renunciemos a nuestro futuro, y que permitamos que en España no se investigue científicamente y que los hijos de muchas familias de trabajadores se queden sin plaza en la Universidad.

Nos pide sacrificios para que renunciemos a una posible estabilidad económica, y que aceptemos que los derechos laborales son cosas del pasado.

Nos pide que sacrifiquemos los tres pilares básicos del ser humano cuando vive en sociedad, que son la salud, la educación y la dignidad en el trabajo. Quiere por tanto, que sus verdaderos amos, especuladores financieros del mundo entero estrenen yate nuevo este verano, al mismo tiempo que la gente normal renunciamos a nuestra aspiración más honesta, que es nuestro futuro y el de nuestros hijos. Sin embargo, cada vez está más claro que para tener futuro como país a quien debemos sacrificar es a Rajoy.

¿No les parece un crimen que aquella persona que supuestamente gestiona los intereses de los españoles los traicione y malvenda a un país entero simplemente para conservar cuatro años su cama en La Moncloa?

Alfonso Cortés González es vicedecano de la facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Málaga y profesor de Comunicación de las Instituciones Públicas
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El gobierno de Rajoy está agotado

Artículo publicado en elplural.com
Enlace: http://www.elplural.com/2012/04/12/el-gobierno-de-rajoy-esta-agotado/

Es cierto que los gobiernos no tienen la culpa exclusiva de todo lo que está pasando en Europa y en España con esta maldita crisis. Sin embargo, el gobierno de Mariano Rajoy se está convirtiendo en una parte importante del problema español, esto incluso, contra el pronóstico de la derecha europea, que confiaba en él hace cuatro meses, y que ahora trata de quitárselo de encima.

Y es tan problemática esta situación porque todas y cada una de las iniciativas que está llevando a cabo este gobierno, perjudican real y directamente a los intereses de España como país, y a sus habitantes como ciudadanos.

Nadie puede negar que un gobierno está intencionadamente perjudicando a su país cuando recorta la inversión en educación y en investigación, ya que sobre estas dos cuestiones se basa la única posibilidad de tener futuro (en el mundo, o competimos con conocimiento o lo hacemos con mano de obra). Por tanto, tenemos dos explicaciones ante tal despropósito: o bien el gobierno de Rajoy es un gobierno traidor con los propios intereses del país, o es estúpidamente cortoplacista, ya que sólo mira al cuadre de cuentas a cuatro años vista, para poder aprobar raspando en las urnas, aún a costa de expropiarnos de nuestro futuro. Si esto no es delito, debería serlo.

Puede ser cierto, por otra parte, que si recortamos estas partidas podemos equilibrar nuestras finanzas en dos o tres años, pero ¿Cómo competiremos frente a chinos o americanos cuando seamos un país intelectual y científicamente atrasado? Pues sólo se puede hacer mediante mano de obra no cualificada, tomar el papel que tienen ahora los países explotados.

¿Qué hacer entonces para ir recortando el déficit y no perder competitividad? Pues muy sencillo: Saldar la deuda en más tiempo, lo que haría innecesarios tantos recortes, y por tanto, ni subiría tanto el paro ni perderíamos tanto poder adquisitivo como sociedad. Esto lo hace cualquier familia, sin necesidad de tener ministros ni asesores interesados que vengan de Lehman Brothers, como tiene Rajoy.

Pongámonos en la situación de una familia de cuatro personas en la que trabaja el padre y la madre y tienen una hipoteca. El padre se queda en paro, y con la letra del piso, ya no queda dinero para pagar las clases de inglés de los niños, el material escolar, ni tampoco las gafas graduadas, que son un pico a la vez que vitales.

La familia puede hacer dos cosas, o dejar a sus hijos sin futuro recortándoles sus perspectivas formativas y su salud, o bien negociar con el banco y acordar que la hipoteca se le pagará en 15 años en lugar de en 10. Es cierto que habrá que pagar más intereses, pero sus hijos no verán comprometido su porvenir, y la vida de la familia podrá seguir más o menos su curso normal.

Rajoy está haciendo con el país, lo que un mal padre o un estúpido haría con su familia. Y no sigo hablando de las demás tropelías de este gobierno, como el perdón a los defraudadores o los recortes en materia de inspección fiscal, para no acabar el día malhumorado, lo que no es bueno para conciliar el sueño.

Rajoy ya está acabado, y como no se vaya a su casa, la que podría estar acabada sería nuestra querida España.

Alfonso cortés González es vicedecano de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Málaga y profesor de Comunicación de las Instituciones Públicas.
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Sicarios de la mala baba (sobre Botella, Aguirre y otras perlas)

Artículo publicado en elplural.com
Enlace: http://www.elplural.com/tribuna-libre/sicarios-de-la-mala-baba/

Debería contemplarse en la legislación como gran delito el que una persona incite el enfrentamiento entre ciudadanos para beneficio propio, sobre todo, esto es grave si quien actúa de forma tan vil y vomitiva es un político o un líder social. Pues bien, si tal legislación existiese, Ana Botella, Esperanza Aguirre o Juan Rosell (entre otros sicarios de la mala baba) estarían en la cárcel o cumpliendo un programa de reinserción social con servicios a la comunidad. Y esto sólo por sus declaraciones de hoy…
El señor Juan Rosell (que en su acepción no oficial tiene poco de ello) ha pedido nuevos puteos a los funcionarios porque tienen trabajo para toda la vida. Esta es una declaración indecente, porque se aprovecha, en estos tiempos de dificultades para muchas familias, de la natural envidia que puede circunstancialmente sentir una persona que está sin trabajo con respecto a otra que lo tiene. Con el enfrentamiento social entre trabajadores lo que se consigue es menos cohesión y sobre todo vía libre para los intereses de estos indeseables.

Existen contratos para toda la vida (y no sólo en el sector público) porque durante toda la vida la sociedad necesita policías, bomberas, médicas, maestros, enfermeros, profesoras, barrenderos, etc. Y lo que deberíamos perseguir de una puñetera vez es igualar a los trabajadores por arriba y no por abajo (¡carajo!), y asegurar el pan para toda su vida a todo aquel ciudadano que cumple con sus quehaceres honestamente. Además, precisamente en momentos de crisis como este, quien más tiene que aportar a la sociedad son aquellos que más recursos disponen, y no al contrario. De este modo los trabajadores no debemos caer en esta trampa carroñera de quien su avaricia lo ha corrompido como ser humano.

Otra perla digna de mención ha sido la de Ana Botella quien ha arremetido torticeramente contra los maestros y profesores, diciendo que trabajan muchas menos horas que cualquier funcionario del Ayuntamiento de Madrid. Esto lo hace siguiendo la estela de la carta con faltas de ortografía y errores de discurso de Esperanza Aguirre a los maestros (que a estas horas ya le habrá sido devuelta y corregida). Este es otro ejemplo del mismo delito moral que ha cometido el desvergonzado patrón.

Aunque Botella y Aguirre supongo que lo saben, hay que decirlo para que quede claro: los profesores trabajan objetivamente muchísimas más horas que las estipuladas en cualquier convenio.

A las horas de clase, hay que sumarles las de preparación de las mismas, las de tutorías con padres y estudiantes, las de formación continua, las de guardia, las de innovación, las de investigación, las de gestión y las de actividades complementarias. Al final, resulta que cualquier profesor está trabajando de media unas 47 horas semanales (y no sólo en su centro de trabajo), y no se quejan porque la mayor parte del colectivo es vocacional y lo hacen por el amor a la sociedad, por el convencimiento de que día a día podemos construir un mundo mejor, y porque entienden que es vital el legado de la cultura y la sensibilidad a las generaciones venideras.

Resulta que por cada hora de clase que un profesor de cualquier colegio o instituto imparte, tiene detrás al menos tres horas más. Es lógico, un futbolista puede jugar un partido de 90 minutos, pero para jugarlo necesita un entrenamiento de meses o años. O un actor puede aparecer en pantalla 50 minutos, pero el rodaje se ha alargado durante un largo período. O un médico, puede realizar una operación en 45 minutos, y ahí ni empieza ni termina su trabajo. Según el argumento de Ana Botella el diagnóstico, el seguimiento, el entrenamiento y la formación necesaria para realizar una tarea no computan a efectos de horas trabajo. ¡Qué insensatez! ¡Qué deshonestidad!

Lo que sí tenemos claro atendiendo a la vida y obra de la señora Botella es que ella sí que tiene muy poquitas horas de trabajo a sus espaldas. Hoy, sin ir más lejos, sólo ha trabajado minuto y medio, que es el tiempo que se tarda en decir tal idiotez sobre los maestros. Que haya tenido que invertir más tiempo para esta declaración es aún peor. Por tales motivos: Botella dimisión.

Alfonso Cortés González es profesor de Comunicación y Sociedad y Comunicación de las Administraciones Públicas en la Universidad de Málaga.

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Ríos Revueltos

Artículo de Marcos Paradinas publicado en elplural.com
Enlace: http://www.elplural.com/opinion/rios-revueltos/

Después del éxito de ‘Inside Job’, llega por fin a España, con dos años de retraso, el documental ‘La doctrina del shock’, basado en el famoso libro de la periodista Naomi Klein. La película demuestra, mezclando imágenes históricas y conferencias de Klein, cómo los gobiernos de todo el mundo han aprovechado epidemias, catástrofes naturales y crisis económicas para imponer medidas ultracapitalistas aprovechando el miedo de los ciudadanos. Lo que siempre hemos conocido bajo el refrán «a río revuelto, ganancia de pescadores», pero traducido en un plan sistemático a escala global.

El estreno del documental está contando en España con una ingeniosa campaña de promoción. Nuestros políticos parecen haberse lanzado a la carrera por ver quién crea más pánico en los ciudadanos con el único fin de favorecer sus intereses. Ahí están María Dolores de Cospedal y sus acólitos anunciando la “quiebra total” de Castilla-La Mancha cuando todavía no han elegido el color de las cortinas de sus nuevos despachos institucionales.

Con miles de funcionarios achantados porque supuestamente no habrá dinero para pagar sus nóminas, con cientos de dependientes asustados por si la ayuda no les llegará el mes que viene, ¿quién de ellos se opondrá a los recortes que Cospedal trae escondidos debajo de esas chaquetas tan monas?

Dentro de poco nos venderán la burra de que los recortes de salarios y en educación no serán suficientes para tapar el supuesto agujero manchego y que la única solución será privatizar la cadena de televisión autonómica. Con suerte, para ellos, Rajoy ya fumará puros en La Moncloa y cambiará la ley para que amiguetes varios se queden con los canales regionales. Y para este río revuelto hace tiempo que tienen la caña preparada Buruaga y otros personajes cercanos a Esperanza Aguirre.

En Cataluña, otra de las regiones en las que el fantasma de un Zapatero armado con tijeras ha hecho perder el poder a la izquierda, hace más 100 días que gobierna Artur Mas. Allí los ricos pagarán ahora menos impuestos, mientras se exigirá llevar seis meses empadronado para recibir atención sanitaria. Y por si fuera poco, Durán i Lleida, ese señor tan simpático con gafas de diseño, pide ahora un pacto de Estado para “repensar” el sistema sanitario español porque ahora resulta que no es “sostenible”.

En esta campaña de promoción de ‘La doctrina del shock’ no podía faltar la Comisión Europea. Por si no sabíamos aún de qué pie cojea, el martes se salió del tiesto para pedir a España que subiera aún más el IVA y la gasolina para así poder rebajarles a los empresarios las cotizaciones sociales que pagan a sus trabajadores. Sin caretas.

La congelación de las pensiones o la ampliación de la edad de jubilación son medidas injustas, qué duda cabe, pero se asemejan males menores comparados con la que se nos viene encima. Con el miedo a perder el empleo y la hipoteca apretando cada mes, el shock está servido. Y la derecha, gobernando sin apenas un contrapunto para sacar comparaciones, no dudará en aprovechar la ocasión.

La esperanza, como siempre en la Historia, sólo puede estar en quienes no tienen miedo porque nada tienen que perder, un grupo que no para de aumentar. Porque, como dice la propia Naomi Klein: “La doctrina del shock sólo funciona si no sabemos que existe. Y lo esperanzador en esta crisis es que la táctica se desgasta porque ya no hay factor sorpresa. Los tenemos calados. Nos estamos volviendo a prueba de shocks”.

Marcos Paradinas es redactor jefe de El Plural


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