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El rey en un 14 de abril

Articulo publicado en elplural.com
Enlace: http://www.elplural.com/2013/04/14/el-rey-en-un-14-de-abril/

Hoy es el día más republicano del año en España a la espera, claro está, de concretar qué fecha en el calendario marcará el comienzo del la III República Española. Últimamente parece que tradicionales aliados del rey Juan Carlos se han hecho republicanos (habrá que ver de qué tipo), y hasta el propio monarca y su familia, tiran piedras contra la marchita y anacrónica institución política.

Los planetas se van alineando: el CIS lleva desde octubre de 2011 sin preguntar sobre la Corona, lo que evidencia un gran deterioro en su imagen que no quieren hacer público. Por su parte, el diario Público ha propuesto un plebiscito virtual, en el que de momento, el 95% de los votos han sido a favor la República.

Tampoco podemos obviar ninguno de los chanchullos, que se están investigando, en los que parece que la Corona esta inmiscuida, así  como los casos ya constatados de cacerías inoportunas y escarceos con Corina.

Y por si fuera poco, no es casualidad astrológica que por su parte esperanza Oña, alcaldesa popular de Fuengirola y recién aliada republicana,  nos haya hecho un favor declarando el 14 de abril como el  Día del Perro. Un gran regalo que nos hace a los republicanos, quienes estamos encantados de compartir efeméride con nuestro mejor amigo.

Salud y República.

Alfonso Cortés González es vicedecano de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Málaga y profesor de Comunicación de las Instituciones Públicas
En twitter es: @yosoycortes

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El rey es Dios

Artículo publicado en elplural.com
Enlace: http://www.elplural.com/2012/10/25/el-rey-es-dios/

El mundo está lleno de blasfemos e incrédulos. Últimamente estamos observando cómo la razón democrática le está buscando las cosquillas a nuestro monarca y líder espiritual español, Don Juan Carlos de Borbón. Estos demócratas desean la igualdad de todos ante la ley, y quieren hacer responsable al rey de sus actos. Esto es un atropello a la tradición, que como buena tradición, se basa en grandes injusticias y atropellos históricos. Amén.

Menos mal que dos juezas madrileñas (fieles herederas del la tradición hispánica del cardenal Cisneros) han venido a poner orden y mano dura en este asunto, y han determinado que el rey es inviolable y no está sujeto a ningún tipo de responsabilidad. ¡Cómo tiene que ser! ¿Cómo se atreven estos demócratas y defensores de la igualdad a meterse con el rey, que si bien no es Dios, es su mejor representante en España?

Una parte de la sociedad española todavía no se ha enterado de que Juan Carlos de Borbón puede matar los elefantes que le plazca, puede ejercer su derecho de pernada dejando hijos no reconocidos por el mundo, o puede hacer los negocios turbios que quiera para enriquecerse, que para eso es el rey.

Y que no se le ocurra a nadie cambiar la Constitución para convertir a nuestro rey en humano, y mucho menos para destronarle. Me encanta este país donde reina Dios y se entregan medallas civiles a vírgenes de madera.

Alfonso Cortés González es vicedecano de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Málaga y profesor de Comunicación de las Instituciones Públicas
www.alfonsocortes.com

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¿Puede comportarse el rey como un plebeyo?

Articulo publicado en elplural.com
Enlace: http://www.elplural.com/tribuna-libre/%C2%BFpuede-comportarse-el-rey-como-un-plebeyo/

Es comprensible que Juan Carlos de Borbón, rey de España (entre otros títulos de menor rango), en tanto es un ser humano, se pueda sentir molesto por el tratamiento mediático que se hace de su persona. El problema radica en que en lo personal el rey no es un ser humano normal, y en lo político no es un político al uso (aunque sea el principal político de nuestro país).
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No es un ser humano normal porque hereda la jefatura de un país, como el que hereda un pisito, y no debe preocuparse, ni él ni su descendencia, por labrarse un futuro, ya que el futuro lo tiene servido desde la cuna. Esta situación sólo la comparten con los reyes los grandes magnates, con la diferencia de que los multimillonarios heredan patrimonios privados (y tienen competencia), y lo que heredan los reyes son países con  gente dentro.

Cuando ya hablamos de heredar un país, pasamos directamente a lo político. El resto de los puesto de responsabilidad pública, se deben, fundamentalmente, a la decisión de los ciudadanos o al concurso en una dura oposición. Un rey, aunque esté capacitado para serlo, no lo ha demostrado previamente en unas oposiciones ni ha contado con la aprobación popular en unas elecciones, y por tanto, simplemente se debe a la gracia de Dios o al capricho de, quizás, alguna autoridad militar que accedió al poder a balazos en lugar de hacerlo por las urnas.

Con este breve texto de hoy no quiero sentar cátedra ni polemizar con ningún deslumbrado por la monarquía, ni nada por estilo. Mi intención simplemente es discutir, desde el punto de vista de la filosofía del derecho político, si un rey tiene el derecho civil de ser tan humano como cualquiera cuando ostenta privilegios cuasi divinos.

Alfonso Cortés González es profesor de Comunicación de las Administraciones Públicas y de Comunicación y Sociedad en la Universidad de Málaga.
www.alfonsocortes.com

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Las cuentas del Rey y las cuentas al Rey

Artículo publicado en elplural.com. Para leerlo pinche en siguiente enlace:
http://www.elplural.com/opinion/detail.php?id=42511

Esta semana el PCE ha iniciado una campaña con la que quieren conseguir que sepamos qué es lo que el rey Juan Carlos hace con el dinero que se asigna a la Casa Real. En realidad es un síntoma positivo que, en nuestra agenda de discusión política, se hable también de la institución monárquica con cierta naturalidad. Hasta hace poco tiempo la figura del Rey venía siendo intocable, lo que evidenciaba, por cierto, un claro vestigio de la herencia política del régimen anterior.

En un Estado de Derecho, todos sus ciudadanos deben ser iguales ante la Ley, y merecen de la misma un trato idéntico. Hay quien pueda decir, y con razón, que esta iniciativa atenta contra un derecho personal, en este caso del Jefe del Estado, a hacer con su dinero lo que le venga en gana, como haría cualquier otro ciudadano. Lo que pasa es que nuestro Jefe de Estado es diferente a los demás: lo es por la Gracia de Dios (según las propias fórmulas de legitimación de las monarquías), y lo es también por Ley (ya que venía en el paquete constitucional).

Un rey en ejercicio es rey hasta su muerte. El resto de los españoles somos lo que somos circunstancialmente, es decir, hasta que no llegue alguien que lo haga mejor, hasta que no nos afecte un ERE, tan tristemente famoso en estos tiempos, o hasta que lo decida un jefe. Además, el hijo del rey, nace rey y será rey algún día. Nuestros hijos tendrán que pelear muy duro para poder conseguir un puesto de trabajo que con mucho esfuerzo les ayude a salir adelante. Así podríamos dar cientos de ejemplos, pero que por simplificar no vamos a exponer. En conclusión, al no ser el rey y el resto de los ciudadanos iguales ante la ley, no merecen por tanto el mismo abanico de derechos y deberes, y por consiguiente, ya que un rey tiene muchísimos más privilegios que cualquiera, es lógico que se le exija también más que a cualquiera.

Desde la perspectiva de la filosofía política, Democracia y Monarquía son dos conceptos opuestos, que no pueden estar unidos sin contradicciones, ya que la democracia apuesta por la igualdad de todos ante la ley, sin distinción de ningún tipo, e implica, asimismo, que todos los cargos políticos sean elegidos por los ciudadanos. Por tanto, hablar de monarquía parlamentaria como sinónimo de democracia no es más que un artificio político, que aunque haya funcionado, podríamos decir que bastante bien en muchos países, no deja de ser eso, un artificio. Y por ello, y aunque no sea justo fiscalizar las cuentas de Juan Carlos de Borbón, más detenidamente que al resto de los españoles, secundo esta propuesta excepcional, apoyada sobre la propia excepcionalidad de la figura de un monarca en la Europa del siglo XXI.

Dejando a un lado este debate de filosofía política, y discutiendo ya a nivel pragmático, si un rey en un país que se dice democrático, no es capaz de ser mejor que los demás, no es capaz de someterse a mayor control que los demás (por que tiene poderes a los que nadie podríamos acceder), no se merece ser rey de dicho país. En este sentido, la Casa Real, supongo que, se estará andando con cuidado para tratar de mantenerse útil y seguir teniendo sentido. Juan Carlos ya ganó (justamente o no), para el tribunal de los españoles, sus oposiciones a Rey el 23-F de 1981. Felipe aún estar por ganar estas oposiciones sin temario ni control a la más alta magistratura del Estado.

Alfonso Cortés González, profesor de Comunicación Política y Publicidad en la Universidad de Málaga

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