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tiburones

Insultante hipocresía y egoísmo de los empresarios

Artículo publicado en elplural.com
Enlace: http://www.elplural.com/opinion/detail.php?id=46820

El jueves a última hora se comunicó que el Gobierno aprobará un impuesto especial a las rentas más altas, que son aquellas que superan el millón de euros. También se está barajando la posibilidad de aumentar los impuestos a las grandes empresas. Ambas posibilidades me parecen muy oportunas y más justas que las decisiones tomadas por sorpresa la semana pasada, aunque la ministra Salgado debería aclarar si se va a actuar sobre la renta o sobre el patrimonio de estas fortunas (y de qué forma), ya que se está hablando de ambas cosas al mismo tiempo y son conceptos muy distintos. Hubiese tenido más lógica que las medidas contra el déficit hubiesen empezado por aquí, por el control del fraude fiscal y por la vuelta del impuesto al patrimonio, y no al contrario como se ha hecho, lo que evidencia una gestión gubernamental de la estrategia político-comunicativa torpe y pésima, por el daño causado a las vinculaciones emocionales con el electorado progresista, que es a quién se debe Zapatero en primer lugar, por ser sus votantes quienes le han aupado a la presidencia, y no los empresarios de la CEOE. Pero el caso es que en estas circunstancias lo que resulta escandalosamente ofensivo es la postura hipócrita, egoísta y antipatriota de la comparsa de Díaz Ferrán. ¿Qué podíamos esperar de estos vampiros con corbata?

Hace unos días en este mismo periódico, Gustavo Vidal publicaba un interesante artículo en el que comparaba a los nazis con los tiburones financieros, por el insaciable afán de poder de ambos. Igual que Hitler no se conformó con que las democracias occidentales cediesen ante su pretensión sobre los Sudetes, y prosiguió con su anhelo expansionista, los grandes capitales no se van a conformar sólo con estos grandes recortes sobre trabajadores y pensionistas, sino que querrán ir a por más sangre.

En este sentido, vimos como Díaz Ferrán alababa a Zapatero relamiéndose de gusto tras el anuncio de congelación de pensiones y de recorte de sueldo de los trabajadores del sector público. El nefasto presidente de la CEOE y sus secuaces ya se estaban frotando las manos y brindando en sus yates por los derroteros que podrían tomar las negociaciones de la reforma laboral en el sector privado, tras el ejemplo y precedente sentado en el sector público (tradicionalmente a la vanguardia en cuanto a derechos de los trabajadores).

En medio de este corto idilio entre la patronal y el Gobierno, Zapatero anuncia que ahora le toca aportar su grano de arena a los ricos, y ante esto los de Díaz Ferrán rugen y manifiestan que de ninguna manera, que ellos no quieren pagar nada, y que si se les toca sus maletines rebosantes de euros, vendría el decrecimiento. Eso es falso, ya que el crecimiento empresarial depende de la abundancia en los bolsillos de los trabajadores (que son los consumidores), y no de unos puntos arriba o abajo en impuestos. Lo que pasa que su codicia, egoísmo e hipocresía les ciega y no son capaces de ver la realidad racional y honestamente.

Son tan insaciables (al igual que los nazis, como apuntó Vidal) que no entienden que el esfuerzo debe ser acorde a las posibilidades (y por supuesto a las responsabilidades) de cada uno, y que hasta la fecha, ellos no han sufrido nada de nada esta crisis que ellos mismos han causado con su egoísmo y abusos. Los primeros que deben pagar el pato son precisamente ellos, los especuladores, la banca y todos estos empresarios que se han llevado estos años plusvalías calentitas (y no los currantes que mientras las empresas crecían un 25%, ellos cobraban la misma miseria).

Posteriormente, si con esas medidas dirigidas a los responsables de la crisis y a los más poderosos no se cubren estos gastos, ya se podría pedir el favor y el esfuerzo a otros segmentos sociales, los cuales conviene recordar, no tienen ninguna responsabilidad en esta crisis, como por ejemplo los trabajadores (sean públicos o privados). Eso sería lo justo, lo que pasa es que estos Díazferranes no saben siquiera lo que significan los términos de justicia, equidad y responsabilidad.

Pero eso tendría solución, y como sabemos que estos señores no van a volver a la escuela (si es que han asistido con vocación alguna vez), el Gobierno debería aplicar con ellos la misma disciplina que ha aplicado con los trabajadores, porque si no, el futuro que nos espera si ganan los de Rajoy las próximas elecciones es todavía peor, ya que el PP es un partido lleno de nostálgicos del franquismo, de corruptos y caraduras, y en su propia esencia es el brazo político de Díaz Ferrán. Hasta hace tan sólo una semana, Rajoy pedía medidas de recorte del gasto como las que ha adoptado el Gobierno, y una vez tomadas, se opone a ellas.

Si realmente han cambiado las tornas y ahora el PP, como ha afirmado cínicamente Cospedal, es el partido progresista y de los trabajadores, que se comprometan públicamente y copien su programa electoral al PSOE y a IU, y demuestren en sus Gobiernos Autonómicos como se las gastan contra el capital y los poderosos, y que Camps comience regalando sus trajes a medida a las familias del Cabanyal. Reflexionemos como ciudadanos activos sobre nuestros propios intereses, porque hay mucho en juego y ellos van a por todas. Parafraseando un anuncio de hace años de Caja Madrid: Ellos son más fuertes, pero nosotros somos más. No lo olvidemos.

Alfonso Cortés González es profesor de Comunicación Política en la Universidad de Málaga

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