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abril, 2010:

CUBA EXOTIZADA Y LA CONSTRUCCIÓN CINEMATOGRÁFICA DE LA NACIÓN MEXICANA

Publicado en Razón y Palabra, 71
Enlace: http://www.razonypalabra.org.mx/N/N71/TEXTOS/CASTRO_REVISADO.pdf

Resumen

En las próximas líneas proponemos la ratificación del trópico como el lugar de la sensualidad, lo bravío y lo salvaje, ideas que circulaban desde mucho tiempo antes, a través de la literatura de ficción y de viajes, principalmente. Sin embargo, lejos de significar un agente de caos o destrucción, el personaje de María Antonieta Pons, en el cine mexicano de los años cuarenta, confirma la posibilidad de una nación armónica,
que acepta formas distintas de ejercer la femineidad.

Las trasgresiones en sus filmes, al estar siempre acotadas, revelan las estrategias de un modelo de nación poco flexible que se obstina, no obstante, en mostrar un rostro comprehensivo y heterogéneo.

Para leer texto completo:
http://www.razonypalabra.org.mx/N/N71/TEXTOS/CASTRO_REVISADO.pdf

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El Publifestival abre su plazo de inscripción

Se pueden inscribir, de manera totalmente gratuita, un máximo de cinco piezas hasta el próximo día 1 de mayo

El Publifestival, Festival Internacional de Publicidad Social que reconoce las mejores campañas relacionadas con causas sociales, ha anunciado la apertura del plazo de inscripción de trabajos para su cuarta edición. En esta ocasión la cuota de inscripción es totalmente gratuita, pudiendo presentar un máximo de cinco piezas hasta el próximo día 1 de mayo de este año.

publifestival 

 

 

 

Las categorías a concurso son: spot de cine o televisión; cuña de radio; pieza gráfica; acción de relaciones públicas; productora publicitaria; acción de medios; acción social; marketing directo o promocional; empresa anunciante; joven talento; versión histórica; y Premio Publifestival de Honor. La gala de entrega de premios tendrá lugar el 11 de junio de 2010 en el Hotel Barceló, Estación de tren María Zambrano, y será retransmitida en directo en las webs de Canal Sur, Canal+, Academia de la Televisión, El Publicista y Grupo MMK 

visto en estrategias.com. Para ir a la fuente pinche aquí.

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Proceso de adaptación de los estudios de Comunicación al EEES. El caso de Aragón, una comunidad pionera

Dra. Nerea Vadillo Bengoa Directora de la Facultad de Comunicación – Universidad San Jorge, Zaragoza – nvadillo@usj.es
Dra. Carmen Marta Lazo Profesora of Periodismo – Universidad de Zaragoza – cmarta@unizar.es
Dr. Daniel Cabrera Altieri Profesor of Periodismo – Universidad de Zaragoza – danhcab@unizar.es

Fuente: Revista Latina de Comunicación Social, 64.
Enlace: http://www.revistalatinacs.org/10/art/892_Zaragoza/14_Nerea.html

Resumen: La Comunidad Autónoma de Aragón (España) es una de las pioneras en su plena adaptación a los parámetros y exigencias que plantea el Espacio Europeo de Educación Superior. En el curso académico 2008-2009, las universidades aragonesas con enseñanza presencial iniciaron los planes de estudio bajo la filosofía del conocido “modelo Bolonia” en la enseñanza de sus respectivos grados de las titulaciones de Comunicación.
En el presente artículo, analizamos el proceso de iniciación que han seguido los estudios, tanto en la universidad pública (Universidad de Zaragoza, UNIZAR) como en la universidad privada (Universidad San Jorge, USJ).
El principal objetivo de este trabajo es estudiar el modo en el que se han empezado a implantar los nuevos planes de estudio en Comunicación nacidos dentro del marco europeo común, para a partir de ahí realizar una primera evaluación acerca de las nuevas formas de aprender que exige la puesta en marcha de este modelo de enseñanza universitaria.
De este modo, concluiremos con los resultados que hasta el momento se han obtenido con la aplicación de los métodos activos de aprendizaje orientados a la adquisición de competencias profesionales y fundamentados en conceptos como el aprendizaje flexible y en el “long life learning” (LLL).
En definitiva, se trata de identificar las principales claves del cambio de paradigma que supone Bolonia en los estudios de Comunicación y de cómo y con qué resultados concretos se están traduciendo las novedades introducidas tanto en los contenidos de los grados como en la metodología docente utilizada, a partir de la experiencia llevada a cabo en Aragón.

Palabras clave: EEES; modelo formativo; estudios de comunicación; grados; Aragón.

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ganaron con las armas pero no con la razón

artículo publicado en elplural.com
enlace: http://www.elplural.com/opinion/detail.php?id=45492

Esta semana se ha cumplido el 79 aniversario de la proclamación de la II República Española, sistema político legítimo y constitucional, derribado por las armas del ejército golpista del General Franco entre 1936 y 1939. Parece que ha llovido mucho desde esa época, y aunque lo haya hecho meteorológicamente, desde el punto de vista histórico, parece ser que tampoco hemos avanzado tanto.

En nuestro país cada vez es más evidente que el principal partido de la oposición (claro candidato a partido de gobierno) saca a relucir sus raíces, y se muestra como un partido política y sentimentalmente unido al Franquismo (sus fundadores eran reputados políticos de la dictadura). A veces, se nos olvida que la dictadura de Franco fue un régimen fascista, no por nada, sino porque cumplía todos los requisitos para serlo, ya que estaban suspendidas las Libertades Civiles, existía un partido único, se demonizaba a la Democracia, se disponía de un Sindicato Vertical, y se violaban los derechos de un pueblo mediante una fuerte represión y una brutal persecución política de las ideas y maneras de vivir. Estas características también las cumplían del mismo modo la Alemania de Hitler o la Italia de Mussolini.

Por tanto, que tengamos un PP (que se sustenta en gran parte sobre el franquismo sociológico) que pretende blindar las responsabilidades de nuestra última tiranía, es terriblemente peligroso. Es como si en Alemania, el principal partido de la oposición y con claras posibilidades de ganar las elecciones, fuese un partido llamado (supongamos) Volks Partei (fundado hipotéticamente en 1989 a partir de pequeños partidos de antiguos políticos de Hitler), cuyos fundadores de cabecera fueran destacados ministros nazis como Goebbels, Hess o Speer, y al frente del cual a modo de estandarte y como presidente honorario (como un tal Fraga en nuestro país) tuviesen a un todavía vivo y senil Joseph Goebbels, quien además durante los 90 gobernaba el Länder alemán de Renania del Norte-Westfalia, su tierra natal. ¿A qué choca? Pues esa de alguna forma parece que es nuestra triste historia.

Y que no nos vengan los populares con monsergas sobre Stalin o Fidel, ya que todos los demócratas condenamos el recorte de libertades y atropellos contra los Derechos Humanos de todas las dictaduras, y reconocemos a todas las víctimas, sean del color político que sean. Y más vale tarde que nunca: ya es hora de que Partido Popular condene al franquismo. Mientras esto no suceda, aún le quedan por recibir a los de Rajoy muchas lecciones de Democracia, de Política y de Derechos Humanos, pero muchas.

¿De qué sirve que a Rajoy se le llene la boca cuando habla de Derechos mientras niegan el derecho de miles de españoles a saber qué pasó y dónde están los restos mortales de sus familiares cercanos? De nada, simplemente sirve para evidenciar una vez más el grado de demagogia y falsedad que se gastan en Calle Génova, 13. ¿Es tan difícil que un supuesto partido demócrata como el PP condene una dictadura y apoye las aspiraciones legítimas de cualquier hijo de saber dónde está el cadáver de su padre? Hable claro señor Rajoy: ¿les niega ese derecho a millares de familias españolas?

Esto viene a evidenciarnos que la Transición a la Democracia en nuestro país aún no ha sido completada, y que necesitamos una Segunda Transición porque no todos los vestigios de la dictadura han sido depurados de las más altas instancias del poder. Del mismo modo que en la Primera Transición se normalizó el Poder Legislativo, se redactó una Constitución y se depuraron las Fuerzas Armadas, en esta Segunda Transición queda por reformar el Poder Judicial (descaradamente anclado en el pasado), y conseguir que todos los partidos con aspiraciones de gobierno por lo menos sean demócratas (para que nos den seguridad a todos los ciudadanos de que respetan las reglas de juego), y se desmarquen del Franquismo. Si un partido que puede llegar a gobernar no condena la violencia de nuestro régimen anterior, es normal que muchos sintamos miedo al tener dudas sobre el respeto profundo que puedan sentir estos señores por las libertades, la convivencia y respeto entre ciudadanos.

Es cierto que históricamente en España pesa mucho en que el fascismo venciera por las armas en 1939, y muriese plácidamente en un lecho con el poder político intacto. Pero este hecho histórico no puede servir para que esa victoria violenta de hace 6 décadas pretenda delimitar y encasillar nuestro presente y nuestro futuro, ya que eso ni convence (como dijo Unamuno) ni es razón política suficiente.

El acoso que está sufriendo Garzón es un atropello a las propias aspiraciones democráticas y a la Verdad en nuestro país, que está teniendo una respuesta firme y de asombro en el resto de los países democráticos (incluso se abre un proceso judicial en Argentina contra el Franquismo). La gente del PP, con Aguirre a la cabeza, no se conforma con perseguir y destruir a Garzón, sino que nos quieren negar la voz, nos quiere negar nuestro derecho a manifestarnos sobre este tema, y silenciar la memoria reciente de nuestro país.

La lideresa calificó el acto de apoyo a Garzón en la Complutense como un suceso antidemocrático, cuando ese acto es totalmente democrático porque está amparado por nuestra legislación, ya que tenemos Libertad de Asociación, Opinión y Manifestación. Además, la Universidad en toda Europa, señora Aguirre, es una institución autónoma del poder Político, sea del signo que sea, y lo es así para poder reflexionar, deliberar y discutir sin presiones de ningún tipo, aunque los gastos de la Complutense lo pague la Comunidad de Madrid, o los de mi Universidad lo haga la Junta de Andalucía. Si se le niega esta autonomía a la Universidad, estamos negando su razón de ser y su vocación de hacer avanzar el conocimiento y la civilización. Es evidente señora Aguirre, que no supo aprovechar en sus tiempos mozos su paso por la Universidad. Qué pena.

Ahora bien, lo que es antidemocrático, señores del PP, es querer encubrir los crímenes de la dictadura franquista y no luchar por los Derechos Humanos (de todos, para todos y universales) ya que contribuir a que se sepa la Verdad es construir Democracia. Lo que es antidemocrático, para más señas, es querer callar nuestras voces para que no sepamos qué pasó. Si creemos en las libertades, hay que empezar por reconocérselas a nuestros adversarios (Hitler reconocía la libertad de opinión, pero sólo a los que opinaban como él, igual que Franco). Y como creo en las libertades, señores del PP, defiendo con todo mi corazón y con todas las consecuencias, vuestro derecho a que digáis y expreséis lo que queráis, aunque sean fruto de la ignorancia o de la mala leche. Pero a cambio de vuestra libertad no queráis privarnos de la nuestra. Esa es la esencia del fascismo.

Alfonso Cortés González es profesor de la Universidad de Málaga

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Y además caen palos en El Cabanyal

Artículo publicado el 9 de abril de 2010 en elplural.com
Enlace: http://www.elplural.com/opinion/detail.php?id=45170

Desgraciadamente esta semana está cargada de noticias desoladoras, como los gravísimos casos de corrupción del Partido Popular por un lado y por otro que finalmente hayan conseguido, los herederos políticos del fascismo español, sentar a Garzón en el banquillo por tratar de hacer justicia y esclarecer el genocidio cometido por nuestra última dictadura. La corrupción mina el sistema desde dentro, y el caso Garzón mina la confianza y unión sentimental de las personas con la democracia. ¿Qué se les puede decir a los miles de familias, de los más de 100000 desaparecidos, que aún no han podido siquiera identificar a sus familiares? Ciertamente, no encontramos una respuesta coherente a esta pregunta.

Sin embargo, me gustaría poner voz a lo que está ocurriendo paralelamente en El Cabanyal, porque, evidentemente por razones de agenda-setting, está quedando en un segundo plano. Esta mañana, sin ir más lejos, hemos vivido momentos de tensos enfrentamientos de la policía contra la población civil, que se han saldado con dos detenidos y varios heridos.

Hay quien pueda decir que los manifestantes han provocado la brutal carga con comportamientos violentos. Pero que esto pueda haber sido así, no justifica una carga policial de esta dimensiones (hemos visto todos las imágenes en televisión de porrazos contra ciudadanos quietos). La Policía está especialmente entrenada para estas situaciones, y sabe cómo actuar directamente, y sin abuso de la fuerza, contra la persona violenta en cuestión.

Se me puso la carne de gallina cuando vi a la Policía de la España democrática arremeter contra la voz del pueblo, contra personas que tienen derecho constitucional a manifestarse. De este hecho derivan dos cuestiones sumamente importantes desde el punto de vista político: 1. Uso desproporcionado de la fuerza y violación de los derechos de muchos ciudadanos que han sido agredidos mientras estaban sentados, y por tanto sin mostrar violencia, y 2. Deslegitimación de la autoridad, ya que es de manual de primer curso de Ciencias Políticas, la cuestión de que el poder político pierde legitimidad cuando debe hacer uso de la violencia para hacer cumplir sus decisiones.

A pesar de que pueda haber algún elemento violento (no lo sé porque no he estado presente en la protesta, pero concediendo incluso que haya podido ser así) la derecha no debe empañarnos el cristal y tratar de ponernos una imagen distorsionada sobre este asunto delante de los ojos.

Hay que decir bien alto que lo que está ocurriendo en El Cabanyal es un atropello y una vulneración brutal del propio derecho a la propiedad de los ciudadanos. Lo que realmente está en juego son los sucios negocios inmobiliarios y urbanísticos de empresarios y políticos de corte gürteliano, que para forrarse atacan y roban a los pobres.

Y no es demagogia, porque independientemente del debate sobre la legalidad de la actuación urbanística del Ayuntamiento de Valencia (PP), queda claro que lo están desarrollando de forma deshonesta con sus ciudadanos (también electores), porque les quieren obligar a abandonar sus casas con un dinero en el bolsillo que no les llegaría para comprarse otra igual.

Aquí se debería acudir a la Justicia (espero que no sea aquella amiguita del alma del Presidente Camps), porque lo que no se puede hacer es robarle a las personas sus casas (sea completa o parcialmente) y encima darles de hostias porque protestan contra una decisión evidentemente injusta para ellos. En este caso nos encontraríamos no con un hurto limpio o de guante blanco, sino un gran atraco a mano armada.

Alfonso Cortés González es profesor de la Universidad de Málaga

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La transición inmodélica y el caso Garzón

artículo de Vincenç Navarro publicado elplural.com
Enlace: http://www.elplural.com/opinion/detail.php?id=45003

Cuando volví del exilio me sorprendió encontrar el mensaje tan generalizado (promovido por los establishments políticos y mediáticos del país) de que la transición de la dictadura a la democracia en España había sido modélica. Tal transición –se decía y continúa diciéndose- nos permitió pasar, sin mayores convulsiones, de una dictadura a una democracia homologable a cualquier otra democracia europea. Es más, algunos protagonistas de aquel proceso hablaron incluso de ruptura con aquel sistema dictatorial anterior, ruptura liderada por el Monarca que, aún habiendo sido nombrado por el Dictador, condujo el proceso hacia una monarquía constitucional, equiparable a otrs monarquías europeas.

Esta lectura idealizada de la transición continúa a pesar de que la evidencia que muestra que tal transición no fue modélica es extensa, clara y robusta. No sé si hubiera sido posible otro tipo de transición. Sobre ello no quiero pronunciarme, pero lo que sí está claro es que de modélica tuvo poco. Se hizo bajo el enorme dominio de las fuerzas conservadoras que había apoyado aquella dictadura y controlaban el aparato del Estado, desde la Monarquía al Ejército, pasando por la Judicatura. Ni que decir tiene, que las izquierdas, y muy en particular las movilizaciones populares (sobre todo de la clase trabajadora de las distintas naciones y pueblos de España) fueron determinantes en abrir aquel proceso iniciado por la Monarquía (cuyas propuestas iniciales de cambio eran claramente no democráticas). Franco murió en la cama, pero el régimen que lideró murió en la calle. Pero la abertura, que introdujo la democracia, se hizo en términos muy favorables a las fuerzas conservadoras que continuaron controlando el aparato del Estado.

Uno de los indicadores del dominio conservador en las culturas políticas y mediáticas del país, es que a aquel régimen dictatorial se le define erróneamente como franquista, indicando con ello que era un régimen caudillista, autoritario (aunque no totalitario), liderado por un General, y por unas élites supeditadas al Caudillo. Pero, aquel régimen fue mucho más que caudillista. Lo que se ignora o se oculta es que fue un régimen fascista, tal como he detallado en otro texto documentando como aquel régimen tuvo todas las características que definen a un estado fascista, (ver mi libro <i>Bienestar Insuficiente, Democracia incompleta</i>. De lo que no se habla en nuestro país. Premio de Ensayo Anagrama 2002). Tal régimen fue establecido predominantemente por una clase social (centrada en el mundo financiero y empresarial) que fue impuesto a la población española para defender sus intereses de clase frente a las conquistas sociales de la clase trabajadora (conseguidas por la vía democrática durante la II República). El régimen estuvo cohesionado por una ideología totalitaria y totalizante (que invadía todas las esferas del ser humano desde el sexo a la lengua hablada), dotada de un nacionalismo hispánico extremo, con claras connotaciones racistas (el día nacional se llamaba el día de la Raza) junto con un tipo de catolicismo enormemente reaccionario que promocionó al Caudillo como la mano de Dios.

El lenguaje que utilizamos no es neutro. Y el hecho de que se defina aquella dictadura como caudillista en lugar de fascista, responde a un proyecto político conservador exitoso. Diluye la enorme importancia que tuvo en la configuración de aquel régimen la clase dominante, que continúa teniendo una enorme influencia en la vida financiera, económica, política e incluso mediática del país, en un sistema democrático altamente insuficiente y limitado, basado en un estado dominado por personajes heredados del régimen anterior.

El mejor ejemplo de ello es lo que está pasando en el Tribunal Superior. El partido fascista –La Falange- está exitosamente llevando a los tribunales al único juez en España, el juez Garzón, que ha intentado llevar a los tribunales a las autoridades responsables de los enormes crímenes realizados por aquel régimen fascista (ayudando además a las familias de las más de 120.000 personas asesinadas y desaparecidas). Y el Tribunal Supremo, presidido por un juez que en su día juró lealtad al movimiento fascista (el Movimiento Nacional) ha aceptado el mérito de tal acusación, basándose en que el juez Garzón estaba violando la Ley de Amnistía que se hizo en la transición que, supuestamente, exculpaba a los responsables de los crímenes realizados por aquella dictadura. Y para mayor insulto, el juez miembro del Tribunal Supremo que dio luz verde al proceso de enjuiciamiento del Juez Garzón, es el magistrado Adolfo Prego, patrono de honor de la fundación de ultraderecha, Defensa de la Nación Española, que será el que redactará la sentencia final. Tal señor es promotor de los libros del mayor defensor del golpe militar fascista de 1936, Pío Moa.

Y es otro indicador del enorme poder de las derechas en España el hecho de que, con escasas excepciones, no haya habido una protesta masiva del establishment político y mediático del país al enjuiciamiento del juez Garzón. Todo lo contrario, el argumento de la independencia de la rama jurídica del estado se ha utilizado ampliamente (incluso por algunas voces como el alcalde socialista de Zaragoza, el Sr. Alberto Belloch), como una exigencia del sistema democrático, con lo cual se llega al absurdo de que no denunciar aquella situación –profundamente ofensiva para cualquier conciencia democrática- se presenta como una exigencia democrática. Esta actitud ignora u oculta el carácter antidemocrático de instituciones y personajes cuyos comportamientos están dañando e inhibiendo el pleno desarrollo de la democracia española. Es inimaginable que en cualquier otro país que hubiera sufrido el fascismo y el nazismo (Alemania e Italia, entre otros), existiera hoy una situación semejante, en la que el partido nazi (prohibido en Alemania) llevara al Tribunal Supremo (en el que hubiera varios miembros que juraron lealtad al nazismo, algunos de los cuales permanecieran todavía activos en causas heredadas del régimen nazi anterior), al único juez que hubiera llevado a los tribunales a los responsables de los horribles crímenes realizados por el nazismo. Y es inimaginable que el alcalde de cualquier ciudad alemana indicara que hay que respetar el orden judicial y dejar hacer a la justicia. Hablar de justicia en este contexto es una farsa.

Otro argumento que se ha utilizado para oponerse a la denuncia del Tribunal Supremo ha sido el de negar que sea un proceso político, tal como ha hecho Francesc de Carreras, Catedrático de Derecho Constitucional, en su columna semanal en <i>La Vanguardia</i>. Este autor basa su argumento de que el ajusticiamiento de Garzón no es una maniobra de las ultraderechas, en el hecho de que el juez instructor que inició el proceso de reconocer y admitir la querella del partido fascista fuera el juez Luciano Varela, un juez perteneciente a la asociación progresista Jueces para la Democracia, concluyendo con ello que el caso Garzón no es un caso político sino un caso de lecturas distintas de las funciones de la judicatura. El hecho de que Varela fuera progresista en su día es, sin embargo, irrelevante. Que el juez Varela, de conocida hostilidad hacia el juez Garzón, utilice una Corte, el Tribunal Supremo, con gran densidad de personas cuya sensibilidad política de ultraderecha favorece el resultado de la denuncia del Partido fascista –la Falange-, muestra un comportamiento oportunista que lo hace colaboracionista de tal instrumento fascista en su intento de eliminar a Garzón. Seguro que el juez Varela conoce la historia de nuestro país, que sabe qué representa la Falange (que asesinó a miles de españoles), y que conoce el olvido al cual han sido sometidas las víctimas de aquella horrible dictadura fascista. Y también seguro que sabe que el juez Garzón fue el único que intentó corregir esta situación. Olvidar todos estos hechos y anteponer sus propias antipatías personales a la necesidad de corregir tales entuertos, merece la denuncia y el desprecio de cualquier persona española que se considere demócrata.

En realidad, todos estos hechos muestran que la transición fue profundamente inmodélica, pues nos dejó una democracia muy incompleta en la que las derechas (de nula cultura democrática) están utilizando su control de instituciones claves del estado para continuar eliminando las voces democráticas que cuestionan su poder y su historia.

Vicenç Navarro es Catedrático de Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra, y Profesor de Public Policy. The Johns Hopkins University
Blog de Vicenç Navarro  

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Menos golpes de pecho en esta Semana Santa

Artículo publicado en elplural.com
Enlace: http://www.elplural.com/opinion/detail.php?id=44962

Los jerarcas de la Iglesia Católica llevan siglos abusando de su poder, y no sólo en clave sexual, para someter y amedrentar a los más indefensos. Esto no quiere decir que no haya personas muy implicadas en las enseñanzas de Jesucristo es esta misma confesión religiosa, pero precisamente no debemos caer en la trampa de que estas buenas acciones nos distorsionen la realidad, y nos impidan hacer justicia contra los delitos que cometen ciertos miserables con sotana o con mitra.

En las últimas semanas los casos de abusos sexuales por parte de curas u obispos contra niños se están multiplicando, y salen a la luz mediática como setas. El Vaticano, en lugar de poner orden y hacer justicia, se defiende bajo el argumento de que existe una campaña contra la Iglesia Católica. No se equivoque señor Ratzinger, si existe alguna campaña, esta sería una contra el delito y los abusos.

Este argumento que el papa alemán pone sobre la mesa es delictivo y provocador. Del mismo modo, los delincuentes podrían ladrar mañana, por ejemplo, que hay una campaña de desprestigio contra el hurto y la apropiación indebida. Por un momento, se me olvidaba que eso ya lo está manifestando el PP a propósito de sus casos de corrupción. El problema es que hay personas de buena fe que se tragan estás barbaridades y son víctimas de la demagogia rastrera y de los intereses más sucios de los seres humanos.

La cobardía es otro rasgo de este Papa, quien es acusado de encubrir estos delitos, y que ante la posibilidad de ser llamado a los tribunales, su equipo jurídico alega que eso no es posible porque tiene inmunidad por ser jefe de Estado (más de 170 países tienen relaciones diplomáticas con el Vaticano, al que reconocen como país soberano y al Papa como su cabeza política). Que el Papa sea Jefe de Estado es anticristiano de entrada: Jesús de Nazaret dijo “mi reino no es de este mundo”.
La cuestión es que la Iglesia Española, precisamente en esta semana de Pascua y misticismo, quiere pasar de puntillas por este asunto, mientras inundan las calles de fervor religioso, sacrificios y autoflagelaciones. No estoy muy seguro de que Jesús, el que nació en Belén, viese con buenos ojos que los seres humanos se hiciesen daño en honor a su sufrimiento. Pero eso es tema de otra discusión.

No me malinterpreten, por favor, estoy a favor de que ocupen la calle con procesiones (como lo podemos hacer cualquier otro colectivo), pero lo que sí les pido son menos golpes de pecho y más determinación contra los abusos sexuales, menos golpes de pecho y más cumplir el Evangelio, menos golpes de pecho y más compromiso social, menos golpes de pecho y más respeto con la moral de las personas. Al fin y al cabo, menos Iglesia Católica y más Jesucristo. Farsantes de púlpitos y sermones vacíos.

Alfonso Cortés González es profesor de Comunicación Política y Publicidad en la Universidad de Málaga

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